Satisfacción general a pesar del mal arbitraje

El gran partido que cuajó el Nàstic en Anoeta -sólo le faltó el gol- se ha visto empañado en cierto modo por el arbitraje de Hevia Obras. El colegiado madrileño a punto estuvo de echar por tierra el buen partido grana, primero con un penalti inexistente -por supuestas manos de Mairata-, y luego desquiciando a todo el equipo a base de tarjetas amarillas y expulsiones.

La plantilla grana, así como su técnico, César Ferrando, se fue de San Sebastián con la sensación de haber hecho los deberes, pero con el gusto amargo que da haber tenido que luchar contra once más uno. Ferrando no se mordió la lengua y pidió "que este árbitro no nos pite nunca más. Es de fotografía lo que hizo durante todo el partido".

El presidente del Nàstic, Xavier Salvadó, fue más allá al afirmar que "Hevia Obras quizás deba pedir no pitarle otro partido al Nàstic". En efecto, no era la primera trastada que el árbitro del Colegio Madrileño le hacía al Nàstic. En la primera jornada de Liga, ante el Tenerife, expulsó a Ferrando, Quique Latasa, su segundo, y Carles Mingo Pladevall.

El acta de Hevia: "Lozano me dijo vete a la m..."

El acta del colegiado Hevia Obras, como era de esperar, fue in incendiaria. Sobre la expulsión de César Ferrando, el colegiado escribió que "protestó una decisión mía al señalizar un penalti en contra de su equipo, levantándose del banquillo con los brazos en alto, siguiendo con su protesta tras ser advertido por el cuarto árbitro, dirigiéndose a este último a voces, saliendo de su área técnica sin hacer caso a sus indicaciones". Sobre la expulsión de Ángel Lozano escribió: "Se dirigió a mí, protestando airadamente diciéndome '¡Vete a la mierda!'".