Turquía - España | El ambiente del partido
Terim invoca a Braveheart para amedrentar a España
Los turcos preparan una encerrona en el Ali Sami Yen
Estambul tiene una población de casi 19 millones de habitantes y un estadio moderno, el Olímpico Atatürk, con capacidad para 75.000 espectadores. Pero Terim, su seleccionador, pidió que el partido contra España se jugase en el viejo y pequeño Ali Sami Yen, que tiene un aforo oficial de 25.000 asientos pero en el que el Galatasaray juega en las ocasiones importantes ante casi 40.000. Hay una razón para este aparente contrasentido: el Ali Sami Yen no tiene pista de atletismo, el público está encima de los jugadores y la presión de la grada se nota posiblemente más que en ningún otro estadio de Europa. "Jugaremos en el campo y en la grada", afirmó el delantero del Galatasaray turco, Arda Turan, para explicar la decisión. Su seleccionador, Terim, también se quitó la careta: "Voy a poner once 'Braveheart sobre el campo y 26.000 en las gradas", dijo ayer para reflejar el espíritu que reclama en el viejo estadio y que anticipa el ambiente que la Selección se va a encontrar esta noche en Estambul. Incluso el presidente de la Federación de Turquía, Mahmut Ozgemer, reconoció que la elección del estadio Ali Sami Yen respondía "a un deseo personal de Terim".
El sueldo medio en Turquía está entre 800 y 1.000 euros mensuales y el precio medio de las entradas para el partido es de 20 euros. Hace días que se agotaron las localidades. Habrá, mínimo, 25.000 fanáticos en las gradas.
La FIFA prestará mucha atención a que Turquía respete el protocolo de seguridad, especialmente en lo que al aforo del estadio se refiere. Pero aún en el supuesto de que se cumpla la norma, los que acudan hoy al estadio lo van a dar todo. Los decibelios (apoyados en una batería de tambores que, literalmente, te ponen la cabeza como un bombo) subirán como la espuma. Manolo el del Bombo también estará en inferioridad en el Ali Sami Yen...
Del Bosque y Casillas ya sufrieron el infierno turco. Fue el 3 de abril de 2001. El Madrid defendía el título de campeón de Europa. Ganaba 0-2 en el descanso y el público, que canta tres veces el himno de su país antes de empezar el partido, llevó al Galata a una remontada histórica: 3-2.