No hubo recital de fútbol ni jugadas arrolladoras, pero el entrenador italiano se las apañó para conservar impoluto el buen momento que atraviesa en su trayectoria hacia el Mundial de 2010. Inglaterra continúa avanzando con éxito. El equipo inglés, que empezó con el ex madridista David Beckham en el banquillo, tuvo que luchar por la posesión más de lo previsto durante el desenlace de un primer acto igualado en el que las opciones se mantuvieron parejas.

El guión no sorprendió: hubo jugadas a balón parado, abundancia de faltas y ante la crisis ofensiva del once local, se vio buena coordinación entre el jugador del Manchester United Wayne Rooney y su compañero de hoy, un Peter Crouch en racha. Fue precisamente el altísimo delantero del Portsmouth, Crouch, ex pupilo de Rafa Benítez en el Liverpool, el hombre que aprovechó la primera ocasión cristalina para los "Three Lions".

Se lo puso en bandeja el capitán del combinado, el jugador del Chelsea John Terry, que centró de cabeza a los pies del ex atacante "red", quien sólo tuvo que rematar a meta desde dentro del área pequeña. La ventaja numérica empujó a los pupilos del resultadista Capello ante la plantilla de Alexey Mikhailichenko. Justo antes del descanso, Frank Lampard y Steven Gerrard pusieron de nuevo a prueba a Andrei Pyatov buscando aumentar la ventaja inglesa.

La segunda parte comenzó como la primera: con una poderosa internada de Rooney, esquivando a tres zagueros ucranianos para tirar un balón desviado por el larguero. También un suplente David Beckham, ahora en el Milán, gozó de una buena ocasión, suficiente para crear tensión en el área ucraniana. El combinado visitante logró reaccionar con mayor ritmo, más determinación, en los últimos quince minutos haciendo trabajar más a la zaga anfitriona.

Un fallo de Joe Cole, del Chelsea, provocó la ira de Capello, al haberle podido costar a Inglaterra un empate. Y ocurrió. En el minuto 70, el suplente Andrei Shevchenko, ex del Chelsea, niveló el marcador en un momento en el que Inglaterra parecía tener la situación bajo control. El capitán inglés, John Terry, puso las cosas en su sitio. El defensa del Chelsea marcó a cinco minutos del pitido final para sellar el quinto triunfo que logra su selección en esta fase de clasificación mundialista.