Arana, autocrítico: "Todos hemos bajado el pistón"

Muy posiblemente, Manuel Arana jugará la próxima temporada en Primera. El sevillano es de los que se parte el pecho cada vez que se enfunda la elástica castellonense. Por eso reconoce estar "jodido" porque "como a mis compañeros, no me gusta perder". Preguntado sobre qué le está pasando al equipo, su respuesta fue clara: "No lo sé. No tenemos el fútbol de antes y no encontramos la forma de marcar goles", manifestó.

Sobre si cree o no en las palabras de Paco Herrera, quien decía que hay futbolistas que han bajado el nivel, Arana también fue claro y rotundo: "Metería a todo el mundo porque esto es un equipo. No hay que diferenciar a ninguno del resto. Aquí todos hemos bajado el pistón y todos somos los que tenemos que ponernos las pilas para sacar esto adelante", recalcó el extremo. El sevillano dijo que los nueve puntos que separan al Castellón de los puestos de ascenso "es mucha diferencia" y opinó que deben seguir pensando partido tras partido. "Hay que sumar 52 puntos lo antes posible y luego ya veremos donde estamos y si podemos engancharnos ahí arriba", dijo.

Las Palmas.

Tras sucumbir estrepitosamente ante la Real, sólo piensan en "ir al campo de Las Palmas y ganar". Arana continuó diciendo que, a partir de ahora, "más vale jugar mal y ganar, que hacerlo bonito y perder. Sólo valen los resultados". Y terminó diciendo que "tenemos que examinar los errores y ponernos todos las pilas".

Más lejos que nunca del ascenso

Los nueve puntos que separan al Castellón del tercer clasificado (el Hércules) son la máxima diferencia de la temporada. Todo ello tras haber sumado un único punto de los 12 últimos en juego. La única vez que los castellonenses han ocupado plaza de ascenso fue en la cuarta jornada, cuando el equipo de la capital de La Plana entrenado por Abel Resino, derrotó al Albacete por 1-0 en Castalia. Desde entonces, o se ha estado igualado a puntos con el tercer clasificado o la diferencia oscilaba entre uno y seis puntos. Ahora es de nueve y pensar en ese hipotético ascenso a la Liga BBVA empieza a ser una quimera.