Saúl: goles que salvan puntos y entrenadores

Saúl se mueve a base de goles rotundos y estéticos en su primera temporada en la Unión Deportiva. El parentesco familiar con el recordado Adrián Colunga, primo y amigo, le cargó de exigencias a su llegada del Playas de Jandía pero, con el paso de los meses, ha acreditado unas prestaciones notables que justifican su presencia en el proyecto. Acumula cinco goles que han repercutido directamente en la consecución de ocho puntos y, lo que reúne aún más valor, se ha especializado en la virtud del oportunismo. Acostumbra a aparecer en momentos de trascendencia y el pasado sábado ante el Girona cumplió con su ritual. Se sacó un latigazo excepcional que supuso el 2-2 final y que también evitó el despido de Javier Vidales, al que una derrota hubiese condenado al finiquito sin más rodeos. Al descanso estaba fuera. Pero, gracias a la providencial actuación del delantero, al que rescató a tiempo del banquillo, hoy sigue al frente del equipo.

Saúl salvó a Vidales como ya hiciera antes con Juan Manuel Rodríguez en una situación calcada que aconteció a mitad de noviembre. Entonces, ya cuestionado por su metodología y resultados, Juan Manuel bordeó la destitución, como Vidales el sábado. Con el partido en desventaja, tiró de Saúl y la respuesta que obtuvo no pudo ser más fértil: gol de bandera y triunfo. El técnico grancanario sería fulminado dos semanas después, pero si se estiró su estancia fue por la buena estrella que proyectó el once en aquella tarde lluviosa en Ipurua.

Utilizado en banda y como delantero, el caso es que, aunque en ocasiones acusa que le alejen del área, siempre suma. No se ha conformado con marcar y engordar la despensa del equipo. Añade a su hoja de servicios la de sostener a base de golazos a técnicos en apuros. Que se lo digan a Vidales.