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Liga Adelante | Alicante 0 - Elche 3

Saúl condena la apatía

El Elche se paseó ante un Alicante muy distraído.

<b>PIÑA FRANJIVERDE. </b>Los jugadores del Elche celebran el segundo tanto conseguido por Fernando Niño ante el enfado de Queco Piña.
PIÑA FRANJIVERDE. Los jugadores del Elche celebran el segundo tanto conseguido por Fernando Niño ante el enfado de Queco Piña.reportaje grtáfic0: fito gonzález

No hubo derbi. Ni nada parecido. Hasta el propio Granero reconoció al término del choque que no había "habido partido". Sólo hubo polémica y frustración, la del Alicante. Bueno, y algo de alegría e ilusión, la del Elche. Saltó el conjunto celeste al terreno de juego con una camiseta en la que solicitaba públicamente que su presidente les pagase. Más que una elástica de algodón, pareció una camisa de fuerza. Porque del Alicante de las últimas jornadas no hubo ni rastro.

El Elche aprovechó esta situación para sumar los tres puntos más fáciles de los últimos años, casi de la última década. Santos abrió la lata, Niño y Saúl le secundaron y el Alicante se descosió. De hecho, sólo le cayeron tres por ese amor mutuo que se tienen ambos equipos. Hasta las aficiones se hermanaron para gritar al unísono contra Iniesta.

El único que se tomó el partido en serio fue el Elche porque el conjunto de Granero ofreció su peor versión y en apenas 90 minutos fue capaz de reproducir sobre el tapete el sainete de toda la temporada. Sin excepción alguna. Los jugadores tienen la coartada de que no cobran, pero la excusa pierde fuerza cuando ellos mismos reconocen que cuando salen al terreno de juego olvidan todos sus males. Ayer, ni siquiera saltaron al césped porque renunciaron al derbi desde el primer minuto.

Entre la impotencia celeste, se coló un Elche que sigue al alza. Acumulaba varias jornadas en stand by pero ayer confirmó que el clásico que firmó contra el Hércules le ha dado alas. En la primera parte, el conjunto de Claudio se contagió de su enemigo. Sólo la magia de Santos y las cabalgadas de Saúl desatascaron a un Elche al que se le puso de cara muy pronto el partido. Tras la perfecta definición de Santos en el 0-1, Pedro pudo empatar minutos más tarde. Pero al canterano se le hizo de noche cuando tuvo a Willy enfrente suya. Su disparo salió por la línea de banda. Caballero debió despejar con la mente. Aquí se acabó el Alicante, que fue perdiendo la fe, las ganas y la ilusión a la velocidad de la luz. Sólo quedaron las migajas del conjunto de Granero.

El Elche terminó de romper el partido en la segunda parte, cuando su rival pululaba por el campo. Usero tuvo dos ocasiones claras para haber matado el partido, pero fue el eterno capitán, Fernando Niño, quien hizo el gol de la tranquilidad. Luego, pudo llegar la goleada, pero sólo faltaba por subir al marcador el gol de Saúl. El extremo mereció el premio desde el primer minuto, pero lo encontró en el ocaso. Galopó por banda, dejó atrás a Alan y cruzó ante Queco Piña. Era el tercero, el que rubricaba la tranquilidad del Elche, que camina con paso firme hacia mitad de tabla, y certificaba la defunción del Alicante.