NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga Adelante | Celta 0 - Albacete 0

No ganan ni contra ocho

Trashorras y Michu se estrellaron contra los postes

Javier Peña
<b>DUREZA. </b>El partido se volvió muy duro en la segunda parte. En esta acción Alberto ve la roja tras una fea entrada sobre Edu Moya.
DUREZA. El partido se volvió muy duro en la segunda parte. En esta acción Alberto ve la roja tras una fea entrada sobre Edu Moya.

Vigo se engalanó ayer para celebrar el bicentenario del más glorioso día en su historia. Hace doscientos años el capitán Bernardo González Cachamuiña derribó, hacha en mano, la puerta de la Gamboa en el acto más simbólico de la Reconquista y la expulsión de las tropas napoleónicas de la villa olívica.

Es una de las pocas victorias que se pueden celebrar hoy en día en Vigo. Porque, si hablamos del Celta, habría que remontarse también unos doscientos años (día arriba o día abajo) para encontrar su último triunfo. Y, si nos fiamos del encuentro de ayer, pueden pasar un par de siglos más hasta que llegue. Como se diría vulgarmente, el Celta tuvo a huevo ganar en Alicante y no lo hizo. Ayer contra el Albacete, más de lo mismo. Con ocho jugadores sobre el campo terminaron los manchegos. Pues ni con ésas.

El primer problema de los celestes fue que regalaron la primera parte. Se trata, sin duda, de los peores 45 minutos desde que está Eusebio en el banquillo. ¿La razón? Pues si hay que aventurar una, ésa sería que ahora mismo prescindir de Rosada es un lujo que el Celta no se puede permitir. Oubiña no es ni la sombra del que fue y no está para echarse el equipo a sus espaldas.

La flojera del mediocampo céltico la aprovechó en esos instantes el Alba, que movió bien el balón. A sus volantes no les falta calidad, y Jaime, Merino y el hermano de Jesús Navas, Marco, camparon a sus anchas.

Muy distinto fue, empero, el segundo tiempo. Eusebio reconoció su error e introdujo a Rosada en vez de Oubiña. Además, les pidió agresividad y ritmo a sus futbolistas. El hambre de balón de los celestes equilibró en breve el porcentaje de posesión, que en el primer tiempo había estado en manos de los visitantes.

Primera roja.

Fruto de esta primacía céltica, llegó la primera expulsión del partido. Kitoko vio la segunda amarilla en una acción más que discutible. Lo curioso es que la primera se la había inventado Lizondo Cortés. Así pues, el congoleño se marchó a la caseta sin haber dado una sola patada. Lizondo pareció ayer querer enmendar la plana a Pino Zamorano, que hace ocho días le robó dos puntos al Celta en Alicante. El valenciano, en cambio, hizo caso omiso a las protestas de Jaime, en un posible penalti de Rubén sobre el canterano del Alba.

El Celta se encorajinó y puso cerco a la meta de Cabrero. David fue el que más lo intentó, pero sin suerte. La victoria estuvo en los pies de Trashorras, que lanzó una magistral falta a la cruceta. El rechace le cayó a Michu, que estrelló el balón en el larguero. El maleficio celeste sigue haciendo estragos. Después llegaron las rojas a Trotta y Alberto, pero este Celta, desgraciadamente, no le gana ni a ocho.