Un derbi convulsionado

Si la semana pasada disputaron Elche y Hércules el clásico del siglo XXI, como lo bautizamos en AS, esta tarde se juega en el Rico Pérez el otro derbi de la provincia. Un derbi que, sin duda, estará marcado por los asuntos extradeportivos. Un comunicado oficial de la plantilla del Alicante a última hora del viernes, hizo saltar por los aires la paz que parecía haberse adueñado del entorno celeste en los últimos tiempos. Harta de los impagos de las mensualidades, del retraso en el abono de parte de las fichas y de las promesas no cumplidas, toda la plantilla al unísono quiso decir en voz alta: ¡Basta ya! Por ello, los jugadores, aprovechando la repercusión de este partido, tienen la intención de reivindicar ante su público lo que les pertenece. Algo que, por otro lado, hará recordar a parte de la plantilla del Elche momentos amargos del pasado. Algunos de los efectivos de Claudio que saltarán al césped vivieron una situación similar la temporada pasada cuando, a través de una rueda de prensa, denunciaron los problemas económicos que por entonces asolaban al club ilicitano.

Asuntos extradeportivos al margen, celestes y franjiverdes llegan a este envite en una situación rara. Su relación es la típica que suelen tener unos conocidos que se ven de vez en cuando, se saludan y se llevan bien porque comparten enemigo: el Hércules.

Mucho en juego.

La simpatía que se tienen ambas entidades quedará aparcada esta tarde durante 90 minutos porque el botín es importante. No hay lugar para sentimentalismos ni para guiños cuando en juego está la permanencia.

Mientras la escuadra de Granero tratará de meter a otro equipo en el saco de los implicados en el descenso, el Elche puede dejar tocado de muerte a su rival. Para ello, Claudio mantendrá el bloque de la semana pasada. Sólo cambiará lo justo: Óscar Rubio por Zubiaurre. Granero sí que tendrá una encrucijada ante sí. Y es que conforme se ha acercado el partido, se le han ido cayendo piezas. Primero fue Castells, luego Luis Gil, David Malo... Por eso, Ismael y Germán pueden volver a un once que cada vez tiene más ganas de salvarse.

Objetivo común: la lucha por sobrevivir en Segunda

La permanencia es el objetivo de ambos equipos en estas 13 jornadas que quedan de Liga. El Elche logró salir del pozo del descenso con la llegada de Claudio, pero la dinámica de los últimos partidos ha vuelto a poner en peligro su salvación y, a pesar de que todavía le separan algunos puntos de la zona peligrosa, está más cerca de caer en ella. El Elche no puede dormirse en los próximos partidos, y más cuando se enfrentará a rivales directos, el primero el Alicante. En este terreno, el combinado de Granero parte con ventaja, ya que tocó fondo hace mucho tiempo y lucha por resurgir de sus cenizas. La buena dinámica de los celestes en los últimos cuatro encuentros, donde ha logrado ocho puntos, deja una puerta abierta a la esperanza. Sin embargo, el conjunto de Claudio empieza a preocupar porque sólo ha sido capaz de lograr tres puntos en los mismos partidos.