Sergio Sánchez
"Ya lloré bastante: ahora, a salvarnos"
Regresó al Espanyol tras una epopeya europea en el Racing y, aunque contaba con pocas opciones de quedarse, se ha convertido en indiscutible. Sergio suma 25 partidos de Liga, cinco de Copa más ocho de pretemporada. Además, es uno de los 'pichichis' del equipo, con tres goles. Y por si esto fuera poco, se va mañana con la Sub-21. Encima es canterano, empatiza con la afición en este calvario y confía en la permanencia... Convenía mucho sentarse con él.
¿Cómo lleva en las piernas estos dos días de trabajo a tope en Navata?
La verdad es que un poco cansado, pero eso es normal. ¡Faltaría más! A eso hemos venido a esta concentración, a trabajar, no a descansar.
El aficionado, más que nunca, se pregunta si la estadía resultará de verdad útil para el equipo. ¿Cómo le puede convencer?
Lo primero de todo es cuestión de lógica: estando aquí cinco días, 24 horas, con sesiones de mañana y tarde, damos un paso al frente y avanzamos de algún modo al resto de rivales, que no han alterado estos días sus planes habituales de trabajo. Pero además, estamos enfocándolo todo para llegar mejor físicamente a este tramo tan crucial que nos queda por delante para finalizar la temporada.
Terrible, no lo dudo.
Y también nos reforzará anímicamente, estando más unidos si cabe. Estoy convencido de que nos ayudará a estar más compenetrados en el campo. Desde luego, y por muy escéptico que pueda ser un aficionado, que piense que es imposible que una concentración de cinco días pueda influir negativamente en nosotros.
Me habla usted de aumentar el rendimiento físico. En su caso, que está como un toro, ¿todavía puede llegar a rendir más?
(Risas) Siempre se puede mejorar, lo tengo claro. Aunque es cierto que me siento bien físicamente, con bastante fortaleza.
Y no ha tenido bajones durante la temporada. ¿Cómo es eso?
Supongo que por mi constitución, por mis características. Me entreno cada día al máximo, pero también lo hacen todos mis compañeros y no siempre corremos la misma suerte.
Es usted un futbolista de garra, de carácter. Por eso es preciso preguntarle: ¿el equipo ha jugado algunos partidos, como el tramo final ante Osasuna, con más corazón que cabeza?
No lo creo. Aunque el corazón también juega un papel importante, intentamos ponerlo al servicio del talento que hay en el equipo. Lo que sí puede suceder, y por eso da esa impresión desde fuera, es que cuando tenemos en juego tres puntos vitales se aprecian la garra y la intensidad elevados a la enésima potencia. Pasó contra Osasuna. Pero, como casi siempre, el balón no quiso entrar desde nuestros pies y sí lo hizo en dirección contraria. Parece que por mucho que hagamos, basta media ocasión del rival para empatar o perder un partido.
Algo que dura demasiado. Viendo esa impotencia, ¿cómo solucionarlo hasta el punto de lograr la permanencia en sólo diez jornadas?
Hay una razón muy sencilla que nos impulsa a no bajar jamás los brazos: estamos siendo superiores a casi todos nuestros rivales. Y tampoco me vale el argumento de que no hay gol, porque ocasiones tenemos y yo que participo de los entrenamientos veo cómo los delanteros se hinchan a marcar. El equipo debe seguir peleando. Ojalá logremos la salvación.
Con sinceridad: ¿Cuántas lágrimas ha derramado en los últimos meses por los resultados del Espanyol?
He llorado bastante, demasiado, puesto que la situación que vivimos es injusta, y por eso nos toca salvarnos; no hay otra. El motivo es que esta temporada, en la que estoy participando bastante, te vas dejando el alma en cada partido y de repente ves como te marcan en una acción desafortunada, a veces fortuita. Y te desmoronas, sobre todo al pensar en lo que sufre tu familia, de repente percibes que la afición que tanto animaba enmudece y se te viene el mundo encima. Pero no quiero ser ejemplo de nada. Simplemente lo vivo como futbolista del Espanyol que soy.
¿Y lo padece todavía más siendo canterano que un foráneo?
Eso podía suceder en años anteriores, pero la grandeza de esta temporada es que hay gente venida de fuera que ves como lo sufre igual o más que tú. Quizás el hecho de haberme formado en el Espanyol hace que lo sienta de un modo diferente, pero no más que el resto. Todos lo sentimos igual.
Su caso es para rizar el rizo: hace 12 meses estaba luchando por Europa en el Racing y ahora, por no descender...
Así es, y es algo que trato de asumir de la mejor manera posible. En ese sentido, es bueno que vengamos de abajo, porque me hubiera costado más mentalizarme de haber comenzado muy bien la temporada y estar de golpe en descenso. He pasado de un año glamouroso a otro que no lo es tanto, de un reto dulce a otro amargo. Preo créame que saborearé esta permanencia como una gran victoria, después de tanto sufrimiento, será como haber conquistado un título. Como llegar a la UEFA con el Racing.
Y ahora a jugar con la Sub-21...
Exacto. Vamos a Orihuela y el martes jugamos ante Suecia. Más trabajo, por lo tanto, mejor.