"Planifico el futuro sin pensar en el descenso"

¿Está viviendo su peor momento como director deportivo del club?

No. La situación más dura la viví cuando tuve que dimitir como entrenador. Ahora, con más experiencia en todos los sentidos, afronto los problemas más sereno y tranquilo. Admito que lo que estamos pasando es desagradable, pero veo solución y, dentro de la preocupación, tengo esperanzas.

¿Cómo lleva su rol de blanco fácil? En ocasiones se le culpa de todo, entre o no en su competencia...

Es lo que hay. Por lo bueno no te valoran y lo malo siempre se magnífica. Ocupo un cargo de alta responsabilidad y, aunque no comparta ciertas críticas, por no hablar ya de descalificativos, sé que es algo inevitable.

Ley de fútbol.

No, no. El fútbol no es así. El fútbol lo hacen así determinadas personas. Siempre he cumplido con los objetivos a final de temporada, y que se me esté juzgando ahora de esta manera no lo veo normal. Cuando un jugador falla un gol parece que tenía que estar yo abajo para rematar la jugada... Hay cosas que son muy injustas. En junio podemos hablar, pero, echando la vista atrás, se ven los resultados desde que subimos y el valor patrimonial que hemos reunido en jugadores. Algunos fueron vendidos y otros que están ahora con nosotros también dejarán beneficios. Y todo, con un presupuesto muy ajustado.

¿Se lleva a casa los problemas y las amarguras?

Por supuesto. Y se pasa mal. Vas por la calle y a veces estás incómodo porque te dicen en ocasiones cosas de muy mal gusto. No es una mayoría porque también muchos me trasladan críticas positivas y ánimos. Creo que la afición paga y tiene derecho a protestar y a exigir pero nunca a insultar y faltar al respeto. Hay que diferenciar una y otra cosa.

¿Siente más presión que cuando era jugador?

Es diferente porque estoy lejos del balón. Se lleva peor porque la impotencia de no poder hacer algo en el césped es diferente que cuando estás ahí abajo siendo uno de los protagonistas.

En todo caso, el equipo no va bien, hay riesgo real de descenso y esa promesa de no sufrir se ha reventado...

Eso es indudable. Pero aún hay tiempo. ¿Recordamos el partido ante el Xerez? Se perdió, pero la imagen, el rendimiento y el esfuerzo de los chicos, de sobresaliente. Así vamos a salir adelante. Lo pienso yo y cualquiera que analice lo que ofreció el equipo. Hemos tenido errores. Muchísimos. También lesiones y algunas decisiones arbitrales nos han pasado factura. Pero esta plantilla debe estar más arriba y todos lo sabemos.

No ayuda tampoco el clima que marca la actualidad del club. Vidales se la juega cada domingo, usted está en el disparadero, el presidente ha sido censurado por la grada, hay sospechas de la fortaleza de esta Unión Deportiva...

Desde luego que todo esto no ayuda. Se palpa y se vive. El entrenador está sujeto a los resultados, a los futbolistas se les aplaude más o menos en función de si ganan o no, el Consejo gestiona pero también le afecta si la pelota entra, la afición está en su derecho de querer disfrutar y ver a su equipo bien clasificado... Es una cadena de circunstancias que nos ha venido ahora. Lo único que pido es que todos sepan que los que juegan en el césped de amarillo son los nuestros y que hay que estar con ellos. El otro día, frente al Xerez, la grada animó y empujó. Una pena lo que pasó al final. Pero es la línea a seguir en los encuentros que nos restan en casa. Tenemos una masa social espectacular y hay que aprovecharla para, entre todos, tirar hacia arriba.

¿Acabará Javier Vidales la temporada en el banquillo?

Es mi pensamiento y mi deseo. Va a acabar la temporada fundamentalmente porque creemos en su trabajo, porque se ha visto que los jugadores están con él y responden en el campo y, ya como un factor menos importante, porque nada asegura que un cambio haga que vayamos a reaccionar. No quiero más entrenadores este año. Soy el primero al que le gustaría encontrar un técnico para mucho tiempo pero este año tampoco ha podido ser.

¿Pensó muchas veces en destituirlo?

Vidales, como Capello o Luis Aragonés, necesita ganar partidos para seguir. Eso no lo he inventado yo. Pasa aquí y en todas partes. Cuando el equipo ha estado mal sí hemos puesto encima de la mesa las alternativas que podíamos tener. Pero creo que tanto el Consejo, como el presidente y yo hemos actuado convenientemente manteniéndolo. Él va a sacar esto adelante y así se lo he dicho.

¿Y después?

Cuando nos salvemos, que es lo que todos deseamos y para lo que estamos trabajando, volverá a la secretaría técnica. Quiero que siga realizando el trabajo que antes desarrollaba porque tiene una gran valía.

¿Vendrá, entonces, otro entrenador en junio?

Sí. Llevo mucho tiempo planificando el futuro del equipo. Hablamos de entrenador, de posibles fichajes, renovaciones, de gente que se puede ir... Ahora no es el momento de hablar de nada de eso porque bastante tenemos por delante. Pero hay unas líneas marcadas en las que tenemos puestas ilusiones para el próximo proyecto.

¿Contempla en su horizonte el descenso?

No. Estoy seguro de que nos vamos a salvar. Nunca me gusta mirar al frente poniéndome en lo peor y, en este caso, hago gestiones y previsiones con una Unión Deportiva en Segunda y el reto de pelear por el ascenso el último año que tenemos de plazo para cumplir con el proyecto.

Habla en clave futura, por lo que da por hecha su continuidad.

Tengo un año más de contrato.

¿Y tiene ilusiones y motivaciones para cumplirlo después de todo lo que le está tocando vivir?

Trabajo con la misma ilusión que siempre. Mientras en el club se crea en mí, aquí estaré. Tengo que responder a la confianza que han depositado en mí cada día y dándolo todo.

¿No considera que le ha recortado crédito lo que acontece ahora?

Es una pregunta que no me corresponde contestar a mí totalmente. Pero sí digo que hablo con el presidente, con los consejeros, con los técnicos, con los futbolistas... Y me siento respetado, valorado y querido. No creo que hay perdido crédito por lo que veo y lo que me transmiten cada día.