La marcha de Miguel Torrecilla está cada vez más cerca. Todo apunta a que se hará pública la próxima semana, aunque empiezan a llegar manifestaciones que la desvelan antes de producirse. El vicepresidente deportivo, Alfonso del Arco, dice no conocer la decisión, pero tiene claro lo que piensa que va a ocurrir: "Yo creo que Miguel ha cumplido su tiempo en la Unión Deportiva Salamanca. Debe tener otras 'novias', aunque no lo sé. Le deseo lo mejor y que siga ascendiendo en esta carrera que ha emprendido. Parece que ya se sabrá el día 1 de forma oficial. A mí me alegraría que se quedara, porque ha hecho una gran labor y es una parte importante en el grupo que se ha formado. Miguel es el que más se puede llevar los honores".
Del Arco es el suegro del director deportivo del Valladolid, Roberto Olabe. En varias ocasiones se ha relacionado al club pucelano con Torrecilla, aunque el vicepresidente charro no lo cree: "Yo creo que no. Fue un momento y se pasó ya. Pienso que no irá al Valladolid. Habrá mucha vida después de Torrecilla en el Salamanca. Él seguirá colaborando con nosotros y estando cerca del presidente por la amistad que tienen. No habrá ningún problema. En la casa hay gente válida. Si ha triunfado es porque el grupo de trabajo con el que ha contado lo ha hecho muy bien".
Del Arco tampoco se ha planteado si continuará en la directiva el próximo año: "No sé cuáles son los planes del presidente y si él quiere continuar. Esta temporada estamos disfrutando mucho, porque no nos esperábamos la temporada que se está haciendo. Todavía queda bastante para saber cómo termina esto y el Salamanca va a dar mucha guerra. Tenemos lo que tenemos y si hubiéramos apostado por otras cosas, se hubiera exigido más. El equipo ha salido demasiado bien para lo que se hizo. En Segunda la competencia es muy alta y en este momento hemos vuelto a la realidad".
Optimista.
En este punto de la temporada, hay ciertas dudas sobre el futuro que puede esperar al club cuando acabe la Liga. El mensaje desde la vicepresidencia es tranquilizador: "Deportivamente hablando, podíamos ir un poquito mejor, pero las cosas vienen así y hay que aceptarlo. Estructuralmente, el día a día de la entidad es como es. No hay mayores problemas. Ha transcurrido ya la mitad de la temporada y se ha visto lo que somos capaces de dar de sí. Todo tiene que ir por una especial normalidad y desde luego no se depende del ascenso para subsistir. Si hubiera sido condición indispensable, se hubiera hecho un equipo para ello. No nos hemos gastado lo suficiente para pelear por todo y no se puede exigir más. No se tienen por qué echar culpas a nadie. La subsistencia está asegurada".
