Alejandro Alfaro: el artista quiere quedarse

Quedamos con Alejandro Alfaro en hablar de futuro y lo hacemos en un marco poco habitual. No hay balones, ni porterías, ni banquillo ni vestuarios... La cita es en TEA (Tenerife Espacio de las Artes), junto a la escultura de El Guerrero de Goslar. La elección del escenario es casual, pero no hay que cavilar demasiado para hallar analogías entre la figura del habilidoso futbolista onubense y la genial obra de Henry Moore.

Nada más verlo, cualquiera que haya paseado alguna vez por las Ramblas se dará cuenta de que la escultura es ésa que tantos años hemos visto en las entrañas de la capital, un símbolo de la calle y que ahora está en un museo por una ocasión especial y no por mucho tiempo. Lo mismo pasa con Alfaro: su fútbol y su talento nació en la calle, pero también es verdad que sus méritos abundan para que lo expusieran en un museo. Y ahí está, el andaluz, en el flamante TEA, de reciente inauguración e incontestable éxito.

Incrustamos a Alfaro en medio de tanto arte y la conversación se produce en medio de un sinfín de obras de incalculable valor estético: lienzos, murales, esculturas "Nunca había estado aquí", descubre el blanquiazul, que promete repetir visita en el momento que piensa a hablar de sus sensaciones en este año redondo en el Tenerife. "Nunca imaginé que ésta sería una temporada tan bonita para mí", apunta el mediapunta, quien recoge satisfacciones de todos lados. "Los compañeros me aprecian, la afición me quiere, el club me trata del diez y la prensa me respeta; no puedo pedir más", asegura.

Ni siquiera tan plácido panorama para el de La Palma del Condado (segundo máximo goleador del equipo, con 11 dianas) hubiera permitido elucubrar hace algunas semanas que le gustaría quedarse. Muy tentadora parecía la opción del Sevilla, club al que pertenece y del que vino, pero da la sensación de que el apego a lo blanquiazul empieza a poderle.

"El Tenerife será mi primera opción si subimos y si me resulta posible quedarme, pero a mi equipo de origen le debo un respeto", puntualiza. Es entonces cuando la conversación la interrumpen los niños y niñas que durante la tarde se citan en TEA para estudiar en su biblioteca. Autógrafos, fotos y flashes, mensajes de ánimo la viva y flagrante demostración de que todos quieren que se quede. Él, también.

Apuesta de Llorente. Pareciera que Alfaro lleva en Tenerife toda una vida, pero la realidad es que aterrizó en la Isla no antes del pasado verano. Corría el mes de julio cuando se oficializó su venida al representativo, resultado del empeño de Santiago Llorente y también de la convicción por parte del jugador de que en el Archipiélago acabaría por forjarse como jugador.

En realidad, vino casi hecho. Partícipe de la última Copa de la UEFA alzada por el Sevilla, con minutos en Primera División y también en Europa, el andaluz ya tenía para cuando se enroló en el Tenerife la veteranía propia de un grande, si bien le faltaba el protagonismo que merecen los grandes.

En este sentido, sí ha resultado su paso por el conjunto blanquiazul todo un acierto para el futbolista andaluz.