El Atlético se encuentra sumido en una gran decepción tras el partido ante el Mallorca. Las expectativas habían alcanzado una cota muy alta tras superar la etapa reina de la Liga con buena nota. Sin embargo, la derrota ante el equipo bermellón en su estadio se ha convertido en un jarro de agua fría en la entidad atlética.

La semana pasada el Atlético se colocaba a dos puntos de la Champions y ahora, tras la derrota ante el Mallorca, vuelve la diferencia de cinco puntos, remarcando la irregularidad que ha demostrado el equipo en toda la temporada. En la ribera del Manzanares no entienden cómo tras los buenos partidos ante los grandes el equipo ha tropezado en Mallorca. Y además, no se comprende la forma en la que cayó el equipo, que casi no se acercó a la puerta rival, ofreciendo una pobre imagen. Hoy mismo Abel hablará con su plantilla en la vuelta al trabajo para decirles que aún es posible conseguir la Champions, pero que no se puede repetir la imagen de Son Moix.

El técnico de Velada tiene dos semanas para preparar el próximo partido de Liga debido al parón de selecciones. Otra final que el Atlético no puede perder. El entrenador tratará de transmitir la importancia del choque ante el Osasuna, que además se disputará en el Vicente Calderón ante la afición rojiblanca.

La plantilla hizo autocrítica

Pablo, uno de los portavoces de la plantilla en el Ono Estadi, reconocía que la derrota en Palma echaba por tierra el papel realizado en la etapa reina: "El partido de Mallorca es un paso atrás muy importante. Debemos sacar puntos como sea porque a falta de diez partidos la gente se posiciona y normalmente no falla". Por el contrario, el vestuario sólo piensa en conseguir el objetivo. "Aún quedan 10 partidos y tenemos mucha ilusión", aseguraba el central.