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Liga Adelante | Las Palmas

"Por justicia, coherencia, unanimidad y confianza"

El presente de Javier Vidales se sigue escribiendo en la Unión Deportiva. Parecía imposible que así sucediera con una derrota, pero en el club ven claros indicios de recuperación que aconsejan seguir con lo que hay. Los dirigentes, con el presidente a la cabeza, actuaron con integridad.

Ignacio S. Acedo
<b>DECISIÓN CONSENSUADA. </b>Miguel Ángel Ramírez, en primer plano. Detrás, los consejeros Antonio de Armas, Félix Noda y Juanito.

En la Sala VIP del estadio, recién finalizado el encuentro frente al Xerez, Miguel Ángel Ramírez juntó al Consejo de Administración (únicamente faltó Andrés Guzmán, ausente por motivos profesionales) y expresó su decisión de mantener en el banquillo a Javier Vidales pese a una derrota que parecía trascendental. El presidente encontró el respaldo absoluto de su equipo ejecutivo, que compartía todos sus razonamientos para justificar una medida valiente. Juanito y Patricio Viñayo, directores generales en la parcela deportiva y administrativa, fueron informados posteriormente y en los dos casos lo celebraron. Lo fácil (y puede que imprudente) hubiese sido liquidar a Vidales dejándose llevar por el calentón del momento y negando la realidad de un equipo que demostró estar en la pelea.

"Fue un acto de justicia, coherencia, unanimidad y confianza. El rendimiento del equipo ante el Xerez convenció a todo el mundo. Hasta la afición se lo pasó en grande aunque luego llegara el palo al final. Creemos que los jugadores evidenciaron su compromiso sobre el césped y con Vidales tenemos la garantía de un trabajo cualificado y concienzudo, aunque, de momento, no exista recompensa", aseguraron a AS fuentes de la entidad.

Además, este planteamiento también se adereza con otra máxima: no hay garantía de que un cambio a estas alturas, y con las posibilidades que ofrece el mercado, traiga efectos. Y precedentes negativos hay en Las Palmas, sin ir más lejos en el último descenso a Segunda B, de los efectos letales de andar moviendo el banquillo por tercera vez en el tramo decisivo del calendario.

"Las decisiones se toman de dentro para fuera y no al revés", dijo hace poco Nicolás Ortega. Que nadie lo interprete como un gesto insensible al latido popular. Es, simplemente, responsabilidad.

No hay ultimátum para el partido ante el Girona

A diferencia de la semana previa al aterrizaje del Xerez, en la que una reunión de Juanito con Vidales, hecha pública con antelación para mayor solemnidad, se vio como una maniobra que olía al ultimátum (al final sigue el técnico pese a la derrota), en los días venideros desde el club únicamente se va a emitir un mensaje oficial en línea a lo pactado el sábado. El entrenador ha ganado crédito por la prestancia colectiva y existe la confianza de que haya continuidad a ése fútbol de talento y músculo que granjeó tan buenas críticas frente al líder de la categoría. Por tanto, los preparativos para visitar al Girona no estarán aderezados por la amenaza latente de un cambio de inquilino en la banda en función del resultado. Vidales podrá trabajar sin la presión asfixiante que pudiera suponerse por la situación del equipo porque sabe que hay confianza en él. Algo que se agradecerá por Barranco Seco con el fin de afrontar la comparecencia en tierras catalanas con un plus de energía.