Liga Adelante | Real Zaragoza-Sevilla Atlético
Ewerthon contra los niños
El Zaragoza, obligado a ganar a un colista despreocupado
Mientras al Zaragoza lo carcomen la las urgencias, las cuentas y el presente, los muchachos del Sevilla Atlético juegan hoy pensando en el mañana. Pocas veces se habrán reunido en un partido de Liga dos rivales tan opuestos, quizá nunca. "El Zaragoza es el único equipo de la categoría obligado a subir" o "todos juegan contra nosotros el partido de su vida" son frases esculpidas por Ewerthon el pasado martes que componen con cuidadosa exactitud la figura del Zaragoza. Ahora está a cuatro puntos del ascenso y necesita al menos nueve triunfos para pujar por una plaza en el ascensor a Primera. Ganar o ganar. Hoy no hay más. Un pinchazo convertiría el ascenso en utopía, así de crudo.
Enfrente, el Sevilla Atlético presentará tantos imberbes como puntos tiene en su gabán. Y llega de excursión a La Romareda con la tranquilidad y el descaro del estudiante al que no le preocupa suspender. La temporada, en cifras, es un espanto, y la Segunda B ya le tiene abiertos los brazos a su regreso, pero nadie se descompone. A Galeote, el entrenador, ni le destituyen ni le tiran de las orejas. Sus resultados no se ven en la clasificación. Perotti, su mejor futbolista, ya subió al primer equipo hace mes y medio. Ahí está la mayor sonrisa de un proyecto con una victoria en 28 partidos, 17 goles a favor y 50 en contra.
El pichichi Ewerthon, junto al perezoso Arizmendi, lidera a un Zaragoza al que hoy cabe exigirle no sólo la victoria sino también un festín. Pouga, ariete de ébano, encabeza a los niños y su poderío aéreo asoma como principal amenaza para la inestable zaga zaragocista, hoy formada por Pulido y Pavón en el medio más, probablemente, Zapater y Pignol en las alas. Pero no descarten a Paredes. Lo que debe descartarse es un pinchazo, porque el ascenso volaría por ese agujero.