Pochettino arroja luz al 'Reyno' de la salvación

El Espanyol necesita una victoria para resucitar en la Liga y conseguir así, tras una larga travesía por el desierto, el milagro de la permanencia; así como el de los panes y los peces, por lo dificultoso de la misión. Pero un reto de dimensiones biblícas no puede lograrse sin conquistar el Reyno, adelantando de este modo una semana el triunfal domingo de Ramos. Ayer, un día antes de lo habitual debido al también inusual viaje del equipo con 48 horas de antelación, Mauricio Pochettino iluminó al españolismo sobre esta idea: "Si un empate garantizase nuestra salvación y la de Osasuna, lo firmaba. Como no es el caso, vamos a por los tres puntos. No pienso volver de vacío".

El argentino, quien precisamente cumplió ayer dos meses como entrenador del Espanyol, ha inculcado esta semana dos consignas cruciales a sus jugadores. La primera consiste en "seguir la racha" iniciada el pasado domingo ante el Mallorca, puesto que "esos tres tantos fueron un soplo de aire fresco para todos. Ahora tenemos que intentar no encajar tantos goles, y también esperar que los árbitros ni te den ni te quiten. Viendo el partido contra el Mallorca soy muy optimista para Pamplona", aseguró.

El segundo concepto con el ha insistido estos días últimos a la plantilla no es otro que "la intensidad". "Como mínimo, debemos mantener la misma que pondrá Osasuna y ganarle con fútbol. Nuestra producción futbolística debe ser elevada porque pretendemos ser protagonistas en un campo difícil". En ese sentido, apuntó que "debemos estar mucho más atentos, vivir mucho más el partido. Cualquier falta de concentración te puede arrebatar la victoria".

No en vano, conoce Pochettino los puntos fuertes del equipo de su "padre futbolístico" José Antonio Camacho, juegue Pandiani o lo haga Dady: "Nos vamos a encontrar un rival que saca mucha tajada de la estrategia". Y también sabe de la presión que ejercerá la grada del Reyno de Navarra. "Es como una Bombonera, la gente está muy encima del campo y presiona mucho. A mí, como jugador, me servía para crecerme en estos ambientes hostiles. Tenemos que hacernos fuertes y que eso nos sirva de motivación", comentó.

Buen balance.

Lo que no hizo Pochettino fue destapar sus cartas, la alineación que dispondrá mañana, aunque deslizó que podría no haber cambio de sistema. Todo apunta a que, juegue quien juegue, a la actual plantilla del Espanyol se le suele dar bien Pamplona. Llevan los pericos dos triunfos consecutivos allí, cifra que se redondea en los diez Osasuna-Espanyol últimos: se resumen en seis victorias blanquiazules, dos empates y dos triunfos de los rojillos.

La misión es ardua, pero Pochettino ya ha iluminado a su equipo. "Jugaremos con 11, eso seguro", bromeó al final.