FÚTBOL | BRASIL
Romário regresa al fútbol en los despachos del humilde América de Río
El ex futbolista brasileño Romário regresará al fútbol como ejecutivo del América, un club histórico pero humilde de Río de Janeiro que siempre apasionó a su fallecido padre, Edevair Farias, informó hoy el presidente del equipo.
El ''Baixinho'' (Bajito), que nunca vistió la camiseta del ''Ameriquinha'' como le hubiera gustado a Edevair, ahora podrá saldar esa deuda con su progenitor representando al equipo para conseguir patrocinadores e inversiones que le ayuden a ascender a la primera división de Río de Janeiro. "Romário es sólo un socio que va a traer patrocinios para que podamos formar un equipo competente para clasificarse de nuevo a la serie A de Río de Janeiro. Ni Romário ni el América pretenden que él sea directivo del club", explicó Ulisses Salgado, presidente de la entidad a la prensa local.
Salgado aseguró que pretende firmar un contrato por tres años "como mínimo", aunque admitió que aún no han discutido los detalles del mismo, que deberá ser formalizado a comienzos de abril, según sus cálculos. Romário colgó las botas en abril de 2008, a los 42 años, después de haber vestido la camiseta de los conjuntos cariocas Flamengo, Vasco da Gama y Fluminense, además de los españoles Barcelona y Valencia, y del holandés PSV Eindhoven.
El campeón del mundo en 1994 siempre tuvo cariño al América, pero en su larga carrera desoyó los ruegos de su padre y nunca se vistió la camiseta roja de este centenario equipo de la periferia de Río, que desde los años 80 no frecuenta la primera división. Los ''Diablos Rojos'', como es conocido el América, es frecuente blanco de las bromas de los hinchas de los cuatro equipos grandes de Río de Janeiro: Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama y Botafogo.
Para esa mayoritaria afición, todos los seguidores del América caben cómodamente en un autobús.Los ''Diablos rojos'' ahora están relegados a la segunda división del campeonato regional de Río y no disputan ninguna liga a escala nacional, algo que podría cambiar con la presencia de Romário, aunque sea sólo en los despachos.