De la Red pudo sufrir el síncope por una miocarditis

La causante del síncope agudo que provocó el desplome de Rubén de la Red en Irún el 30 de octubre podría ser una miocarditis. Según pudo saber AS, el canterano aún no ha recibido el resultado completo de los tests genéticos, pero por lo analizado hasta ahora, hay indicios que apuntan a una inflamación del miocardio, la porción muscular del corazón. Una enfermedad que, según el entorno del propio jugador, no le impediría volver a los terrenos de juego.

No obstante, De la Red tendrá que seguir pasando pruebas. Ya superó en noviembre una primera tanda de tests en los hospitales de Sanitas en La Moraleja y La Zarzuela, y dentro de los próximos diez días está previsto que pase por las manos de un tercer cardiólogo en Barcelona, con la opción de otra visita a un especialista en Londres. La intención es arrojar un diagnóstico que confirme o eche por tierra las sospechas de que el síncope tuvo su origen en una miocarditis.

Expectante. El mostoleño, por su parte, sigue soportando con resignación ver cómo pasan los días para conocer el estado exacto de su corazón y sus posibilidades de continuar siendo futbolista. Aún así, continúa sin arrojar la toalla. "Estoy convencido de que volveré a jugar al fútbol", le ha comentado en repetidas ocasiones a sus más cercanos.

Karanka tuvo miopericarditis y pudo continuar su carrera

En el caso de que se confirmase finalmente que De la Red sufre una miocarditis, no significaría en principio el fin de su carrera. El jugador ya conoce un precedente en el Madrid que terminó con final feliz. Fue el caso de Aitor Karanka, hace once años. El 26 de febrero de 1998, el central vasco se sintió indispuesto en un entrenamiento y fue ingresado en el Hospital Ruber Internacional. Una semana más tarde, recibió el alta médica tras haberle sido detectada una miopericarditis aguda. Karanka tuvo que estar cuatro meses en reposo absoluto, pero se recuperó y su carrera continuó de forma brillante: jugó 75 partidos más en el Madrid, siendo titular en la final de la Octava y participando en la Novena. Después se marchó al Athletic, donde disputó 64 encuentros más.