"Aún no he mostrado mi mejor nivel y me da rabia"

¿Cómo se encuentra?

Ahora, bien y contento después de que el equipo haya sumado su tercera victoria seguida que nos acerca más a estar otro año en Primera División.

Es decir, cree que la permanencia está prácticamente hecha con los 39 puntos que suma el equipo.

Matemáticamente, no. Tenemos mucho camino recorrido, es verdad, y estamos a 13 puntos del descenso, pero también quedan bastantes puntos por disputarse aún y, mientras haya posibilidades de complicarnos la vida, no podemos estar tranquilos.

¿La victoria del Valladolid ante el Getafe puede ser el primer paso a ser más ambiciosos y pensar en otras cotas más altas?

Primero vamos a ver cómo pasamos los partidos ante los cuatro primeros clasificados y después podremos tener unos juicios de valor más sensatos. Esos cuatro partidos pueden marcar dónde podemos estar al final de Liga.

El Valladolid, en ese mismo ciclo de partidos en la primera vuelta, sumó nueve de los 12 puntos

Es verdad, pero seguro que los partidos ahora serán muy distintos, sobre todo, porque la pelea de todos ellos por lograr sus objetivos se ha intensificado. Sin embargo, lo bueno es que nosotros nos sentimos más cómodos jugando contra este tipo de equipos y vamos a ver si somos capaces de repetir esos resultados de la primera vuelta.

Le voy a pedir su opinión sobre un detalle que ocurrió en el partido ante el Getafe: usted, en un momento dado, se disculpa y desde la grada se le brindó una sonora ovación. Después de las críticas que ha recibido, supongo que necesitaba sentir esa complicidad con la afición.

Pero todos necesitamos el respaldo de la gente cuando no salen las cosas. Es verdad que pido perdón, pero iba dirigido principalmente a mis compañeros, por unos errores que cometí, aunque la gente supo reconocer que todos en el equipo hacemos todo lo que sabemos y podemos sacar esto adelante. Una ovación así hace sentir al jugador importante, como me sentí yo en ese momento.

¿Cree que hay gente que ha sido injusta con usted?

Sí, y creo que seguirá habiendo gente que no estará conmigo y continuaré sin convencerles, aunque tengo claro que no puedo contentar a todo el mundo. Yo lo único que puedo hacer es trabajar a tope, sabiendo que tengo el apoyo de mis compañeros, del cuerpo técnico y del club.

Justo Villar es un portero con amplia experiencia, pero ¿todo esto le ha llegado a afectar en el rendimiento?

Sí, claro, no soy de piedra. Además, a jugar en una Liga diferente y nueva para mí se suma que estoy lejos de mi familia y eso hace más duros los momentos difíciles por los que he pasado.

¿Quién le ha ayudado más en el vestuario a superar el mal momento anímico?

Los que tienen más experiencia, Víctor, Marcos, Ángel (Vivar Dorado), que saben también por su trayectoria por lo que he pasado, el míster, los suramericanos del vestuario, todos en realidad.

¿Se le ha juzgado pronto o la sombra de Sergio Asenjo es demasiado larga para ese sector de la afición que le ha criticado?

Las dos cosas yo creo. Sergio estaba haciendo, hasta que se lesionó, una gran campaña, como el año pasado, algo de lo que yo tenía conocimiento en Argentina; por algo está considerado uno de los mejores porteros de la Liga española, y eso no cambia si yo estoy jugando o no. También ha sucedido que me ha tocado vivir y sufrir una mala racha del equipo en la que hemos perdido una serie de partidos y no encontrábamos el rumbo. Pero ahora quiero disfrutar el buen momento del equipo y pensar que lo voy a seguir haciendo bien.

Ahora que Sergio Asenjo ya está recuperado y que en cualquier momento puede entrar en una convocatoria, ¿siente peligrar su puesto?

Si tiene que pasar, pasará, pero al final será el míster el que tome la decisión. Yo sólo puedo trabajar y ponerle las cosas difíciles a uno y a otro por mi competitividad.

Leí unas declaraciones suyas en las que afirmaba que nunca había recibido tantos goles en tan pocos partidos. No se trata de echar la culpa a nadie, pero ¿se ha sentido desamparado o desprotegido en algunos partidos?

Pero eso también pasa por la forma de jugar del equipo, de atacar siempre, y por ahí, si nosotros tenemos que ir a buscar el partido, facilitamos más espacios al rival y quizás eso deja al portero más a la intemperie. Son riesgos que se corren en este equipo, pero es un dato importante que ante el Getafe volvimos a dejar la portería imbatida muchos partidos después, desde el día que ganamos al Deportivo, en diciembre.

Desde su debut en Pamplona, ¿cómo valora su rendimiento en el Valladolid?

Yo no dejo de reconocer que he tenido altibajos, he alternado actuaciones buenas y otras no tanto, pero creo que he acertado más que he fallado.

¿Tiene la sensación de que se le ha mirado demasiado con lupa?

Puede ser, sobre todo, cuando tuve que suplir a Sergio Asenjo al lesionarse. Aún así, es evidente que el puesto de portero es uno de los más determinantes dentro de un terreno de juego y del que más se ven los fallos.

¿Es verdad que aún no hemos visto el verdadero nivel de Justo Villar?

Así es, y me da rabia no haberlo demostrado, pero ya me voy soltando, sobre todo después de la tormenta que he pasado y que ha pasado el equipo. Estas tres victorias nos han dado mucha confianza a todos.

Supongo que su marcha con la selección de Paraguay para jugar los partidos valederos para el Mundial de Suráfrica ante Uruguay y Ecuador le va a venir muy bien, al menos, para desconectar, ¿verdad?

Desde luego. Ir con la selección de mi país es un compromiso emocional, además de que veo a compañeros después de bastante tiempo. Puede ser hasta una vía de escape para reflexionar y volver con las pilas cargadas.