Luis García: "El domingo me sentí muy arropado"

El gran triunfador del partido del domingo fue, en el bando blanquiazul, su portero. Salió fortalecido del Heliodoro un discutido Luis García, un jugador para el que los pitos de antaño se transformaron en aplausos. "Jugar así da gusto", manifestó ayer el toledano, quien percibió que "la gente estaba de cara y todo fueron facilidades". "Como parte del equipo que soy, me sentí arropado y animado; me respaldaron a muerte", significó Luis, para quien el respeto de la afición tiene un valor especial por lo exigente que con él ha sido el público en ocasiones pretéritas.

Toda vez que a la masiva respuesta de los seguidores blanquiazules replicó García con intervenciones providenciales, ayer el guardameta habría tenido infinidad de motivos para la complacencia "si no fuera porque el equipo no ganó". "No se pudo vencer, y eso es lo que de verdad importaba", asegura el meta, que no quiso cargar las tintas contra el árbitro a pesar de que fue determinante. "La jugada del penalti me pilla cerca y está claro que no es", señaló, no sin antes explicar que Ricardo "va a por el balón limpiamente y lo roba bien". "Que el contrario cayera era inevitable, pero no por ello quiere decir que hubiera que pitar nada", lamentó.

El ex del Zaragoza sí destacó que "el equipo dio la cara y creó ocasiones más que suficientes". "Otras veces, recuerdo que incluso menos oportunidades de gol han bastado para ganar con claridad", comentó el futbolista, quien sobre su actuación particular no quiso demasiadas alharacas. "Unas veces se acierta y otras se falla; esta vez, estuve a un buen nivel, pero eso no vale del todo si no ganas", repitió otra vez.

García rememoró que no fue "una semana fácil" para él. En este sentido, calificó como "extrañas" las jornadas anteriores al duelo ante el Albacete, y explicitó que "resulta inútil aislarse del entorno, porque todo te llega". "Procuro no leer prensa, pero siempre te enteras de lo que se comenta y se dice", prosiguió. Aún así, valoró sobremanera "el comportamiento del cuerpo técnico, y su apoyo en público y en privado". "El entrenador es un tipo dialogante siempre, a las buenas y a las malas, y sus palabras han sido reconfortantes para mí", reveló. "Su confianza en mí fue clave", confesó Luis, que antes del partido vio con el preparador de porteros el vídeo de Alicante para analizar errores: "Se hace lo que se puede para evitar que las equivocaciones se repitan".

Por último, devolvió a Ayoze el respaldo que el canterano le dio en los momentos difíciles. Sí dijo que fue "un gesto feo" el que tuvo el canterano para sus compañeros. No obstante, añadió que "todo depende de la trascendencia que se le quiera dar". "En esas circunstancias estamos todos a mil pulsaciones, y lo que debe quedar claro es que el primer fastidiado es él", cerró.