Les ha tocado vivir la otra cara de la moneda con la remontada que les hizo el Espanyol.

Fue una pena. Con 1-3 en el marcador y ellos con un jugador menos parecía que todo pintaba bien, pero nos metieron el segundo enseguida y eso fue clave. Les vino muy bien y no se notó que tuvieran uno menos. En lo anímico tuvieron un punto más.

Pero aún disfrutaron de ocasiones de gol para rematar el partido.

Era un encuentro muy abierto. Cuando entré el medio campo no existía y la pelota iba y venía, nadie la frenaba y eso nos perjudicó más a nosotros. -El Espanyol tuvo la fe que tuvieron ustedes en el partido ante el Betis. Se lo creyeron como nosotros, es verdad. Fue clave que marcaran pronto, los partidos cambian en dos segundos.

¿En el partido ante el Betis vivió el día más feliz desde que está en España?

Sin duda. Entré con 0-2 y enseguida nos metieron el 0-3, parecía imposible remontar, pero por suerte fue muy bien. Cuando metí el segundo, el del empate, no me lo podía creer.

¿Qué se le pasó por la cabeza?

Me acordé de mi familia y de mi novia, que está aquí conmigo apoyándome.

Después de aquella actuación, ¿fue decepcionante no ser titular ante el Espanyol?

No, porque hace seis jornadas que estamos sin perder, más o menos está jugando el mismo equipo y no hay motivo para hacer cuatro o cinco cambios. No negaré que uno también mira que está bien, pero la decisión la toma el míster.

¿Llega a desesperarse pensando: qué tengo que hacer para ser titular?

Uno se lo plantea, pero es en el día a día donde tengo que demostrar que quiero seguir jugando. Creo que la posibilidad va a llegar.

¿Le preocupa ser un jugador de 45 minutos?

En Uruguay jugaba Liga y Libertadores, miércoles y sábado y me perdía pocos partidos, me sentía bien. Aquí se está haciendo difícil agarrar la continuidad, es una Liga en la que se corre mucho y hay desgaste físico. Me siento capacitado para jugar partidos enteros y estoy preparado para ello.

Ahora se le ve hacer cosas que antes no se atrevía.

A medida que vas teniendo minutos te vas haciendo a la competición, a la posición, a los compañeros y a los rivales. Ahora tengo más confianza para el desbordar y encarar.

Entonces, ¿es cierto que le ha costado adaptarse?

En el Nacional jugaba de delantero en un equipo que ataca mucho, allí es un grande, estaba arriba, encaraba y chutaba.