Este Atleti sí es de Champions

Fue el mejor Atleti en mucho tiempo. En mucho. Sí, superior al de la victoria ante el Barça, más constante, más completo, implacable en la presión y tocando con una rapidez y un sentido olvidados en el Manzanares. Fue una versión impecable del equipo que Abel está formando y que ha completado una etapa reina notable, de la que sale a sólo dos puntos de la Champions y con un calendario favorable. Y liderando este renacimiento rojiblanco siempre Forlán, menos en Oporto, algo que jamás se comprenderá. Se equivocó Abel, que tiene derecho, como todos, pero eligió un mal día, el peor. Eso sí, no hay mejor manera de ganarse el perdón que con un partido como el de ayer.

Y entre tanto halago, a los 52 minutos, el Villarreal ganaba 0-2 merced a una actuación sobrenatural de Diego López, un portero que sería titular en cualquier selección del mundo que no fuera España o Italia. El chico realizó doce paradas, ocho de ellas absolutamente extraterrestres. Y tardó poco en explicarle al Atleti que pensaba amargarle la tarde; en concreto, tres minutos. Eguren cumplió como improvisado central, pero demostró que no ha refinado el arte de agarrar sin que te vean, así que a la primera que Agüero recibió en el área, penalti claro. Allá fue Forlán, infalible en este arte, y disparó fuerte y ajustado al palo, como siempre hace y nunca llegan. Hasta ayer.

Pero el penalti fallado no cambió el rumbo, con el Villarreal ligeramente desesperado ante el enjambre de atléticos que se lanzaban sobre la pelota como si fuera Halle Berry. A los 14 minutos, Simao sacó uno de sus clásicos disparos colocados a la escuadra. Paradón de Diego López. A los 18', Kun dejó a Maxi solo en el mano a mano. Paradón de Diego López. Y en el córner consiguiente, gol del Villarreal.

Porque con los de Pellegrini no se juega. Si Ali hubiera sido un equipo de fútbol, sería éste: revolotean como mariposas y pican como avispas. Si la Selección española fuera un club, vestiría de amarillo: todos tocan y se mueven a una velocidad endiablada. Simao sacó el córner y el rechace le volvió a él, que se equivocó al centrar al área de volea. El balón quedó suelto en la frontal y el resto fue un relámpago provocado por un cambio de juego fantástico de Cazorla a Javi Venta, que se aprovechó de que le defendía Forlán para disfrazarse de extremo de clase y regalarle el gol a Mati Fernández. Tan sencillo, tan difícil.

Tras el 0-1, los locales titubearon un instante, lo que desembocó en Mati plantándose solo ante Leo, pero el argentino evitó el gol y todo volvió ser igual. El Atleti, con el mejor Raúl García en mucho tiempo mandando en el centro y Heitinga ratificando que es el mejor lateral derecho de la plantilla, vivía al borde del empate. A los 25' el Calderón llegó a cantarlo, pero... Zurdazo violentísimo de Raúl García y paradón de Diego López, El rechace, con el portero caído, le llegó a Kun y, ¿adivinan?, paradón de Diego López. Así, al borde de la desesperación, se fue el Atleti al descanso.

Intercambio.

Y nada más salir, el Villarreal volvió a crear una obra de arte en una pared primorosa entre Rossi y Cani, que la embelleció aún más picando con la tranquilidad del que va sobrado. Era un 0-2 dolorosísimo, pero, igual que hizo ante el Barça, Forlán no le dio tiempo a su equipo a venirse abajo. Se plantó en la frontal y sacó un disparo imparable hasta para Diego López que se estrelló en el palo y permitió a Agüero marcar a placer. El Atleti respiraba y Javi Venta terminó de revivirle al ganarse dos tarjetas amarillas en seis minutos por sendos agarrones evidentes a Simao. Era el minuto 65 y volvía el vendaval.

Diego López retrasó lo inevitable con dos milagros más ante Forlán y Banega (brillante en el ratito que tuvo), pero todo tiene un límite y Forlán más. Así que, a los 80', cuando Maxi le cedió atrás, no titubeó y empató con un disparo inapelable. Y dos minutos después, en un córner, Antonio López se disfrazó de Santillana y cabeceó picado y junto al palo para cerrar una remontada hermosa, justa e importantísima. El Atleti ha encontrado un estilo con Abel, ahora se trata de mantenerlo. La Champions es el premio y el Villarreal, el rival. Palabras mayores.