La pareja más extraña mantiene vivo al equipo

Que el Zaragoza pueda seguir pensando en este momento en el ascenso como una opción real depende, a día de hoy, de los goles de Ewerthon y Arizmendi. Entre ambos han convertido nueve tantos en los siete partidos que ha visto pasar ya la segunda vuelta de la Liga Adelante. Justo el tiempo de competición consumido desde que el Zaragoza no cuenta con Ricardo Oliveira por su traspaso al Betis.

El buen rendimiento de la extraña pareja (Ewerthon no parecía contar a principio de curso y Arizmendi no vino al Zaragoza para ser delantero) ha permitido al equipo mantener viva la llama del ascenso y ha hecho olvidar pronto al delantero brasileño que emigró a Sevilla. Los dos puntas están tirando hacia arriba del equipo en uno de los instantes más decisivos de la temporada y con sus dianas han dado al equipo doce puntos en las últimas siete jornadas.

Lo cierto es que ambos parecen abocados a ser pareja en ataque quieran o no. La salida de Oliveira y la apendicitis que sufrió Braulio hace un par de semanas han dejado al equipo de Marcelino sin más delanteros que Arizmendi y Ewerthon. Una situación que les obliga a ser efectivos y lleva a todos a cruzar los dedos para que no sufran ningún tipo de problema físico que les convierta en baja para la competición.

Especial atención ha merecido Ewerthon en las últimas semanas. Unos problemas en su rodilla izquierda desde el partido ante el Hércules no le han permitido trabajar al cien por cien a lo largo de las dos últimas semanas y esa merma la acusó el pasado sábado en Vitoria, donde se le vio sin la frescura habitual. A pesar de ello, el brasileño mostró su cara de cazador e inició la remontada con un gol de cabeza. Su importancia es absoluta y el equipo dependerá en buena medida de su estado físico:no en vano, ha cantado un gol en seis de los siete partidos transcurridos en la segunda vuelta.

Arizmendi ha sabido adaptarse bien a su nuevo rol en el juego del equipo y ha acompañado al brasileño con goles en tres encuentros. El madrileño estrenó su condición de delantero marcando el tanto de la victoria frente al Levante y desde entonces ha acumulado dos más y una acertada colección de movimientos y acciones arriba que han sido una de las bases de la mejoría del equipo.

El problema ahora es que sólo con ellos (y Braulio todavía recuperándose) al Zaragoza le falta fondo de armario en el ataque. Marcelino avisó a principio de temporada que con dos de los tres arietes del curso pasado se ascendería, pero no queda ninguno. La extraña pareja ha asumido ahora su protagonismo, pero les faltan escuderos.