Liga BBVA | Atlético 3 - Villarreal 2
Con Forlán volvió la alegría
El Atlético pudo golear, pero se encontró a un inmenso Diego López. 'Matigol' y Cani pusieron 0-2 a un Villarreal muy conservador. Agüero, Forlán y Antonio López remontaron para el Atlético. Los rojiblancos se quedan a dos puntos de la Liga de Campeones.
Necesitaba el Calderón una noche como la de hoy después del tremendo disgusto que supuso la eliminación en Liga de Campeones. Lo necesitaba la parroquia atlética y el equipo, muy criticado por el poco espíritu ofrecido en Portugal. Precisamente eso es lo que sobró ante un Villarreal, muy 'italiano' por cierto, que vendió caro su pellejo, pero acabó derrotado por un equipo muy superior, si no en juego, al menos si en voluntad. El particular 'duelo de Champions' favoreció al Atlético, que acaricia ya el que siempre fue el gran objetivo de la temporada, volver a la Liga de Campeones.
El Atlético, sabedor de lo que se jugaba en el encuentro de hoy, saltó al césped de un Calderón abarrotado con la decisión que la cita requería. En estos encuentros es cuando hay que dar un golpe sobre la mesa para lograr los objetivos, un golpe tan fuerte que deje aturdido al rival incluso para encuentros venideros, y eso es lo que querían lograr los colchoneros. Sin experimentos, con toda la artillería sobre el campo, los hombres de Abel dominaron el encuentro durante los primeros quince minutos, en los que se llegó incluso a dudar de que el conjunto que vestía de amarillo fuera el mismo que había firmado su pase a cuartos en el mismo infierno días antes.
El Atlético puso todo lo que podía, esto es, muchas ganas y el juego justo, de eso no se anda sobrado, y se encontró con la fortuna, esa que no hay forma de controlar, de cara a las primeras de cambio. Eguren, central improvisado por Pellegrini ante las numerosas bajas en defensa, se olvidó por un momento que no estaba en la medular, como es habitual, sino en su propia área y cometió un clarísimo penalti a Agüero para alboroto local. Nadie podía imaginar un comienzo así, tan de cara, pero pronto hubo que despertar del sueño. Forlán, dispuesto a volver por sus fueros tras el episodio de Oporto, lanzó duro a la izquierda, pelín centrado, pero se encuentra con la figura inconmensurable de Diego López, que comenzaba en ese momento su recital de la primera parte.
El golpe no afectó en principio a los rojiblancos, que siguieron mirando al marco de Diego López como única opción. El Villarreal seguía siendo una caricatura de sí mismo, pero el Atlético no terminaba de aprovechar su dominio, incapaz de romper el muro defensivo castellonense, más tranquilo después de los sobresaltos iniciales. Ni había ocasiones ni excesiva sensación de peligro. Hasta que llegó el segundo varapalo de la noche cuando, en su primera llegada, el Villarreal se adelantaba en el marcador. La jugada es digna de estudio. Una contra que termina con Javi Venta en la derecha, defendido por... ¡Forlán!. Pasó lo que tenía que pasar. El lateral le hizo un roto al delantero y asistió a Matías Fernández para definiera a puerta vacía.
Sin saber cuando terminaría su mal fario, el Atlético siguió a lo suyo, con más nervios pero con la misma determinación. Los locales disfrutaron tras el tanto de sus mejores minutos en este período, y merecieron ir al descanso con el empate como mínimo, pero Diego López se encargó de evitarlo. Hay continuó el festival de paradas que había comenzado en el fatídico penalti. Hasta en cinco ocasiones salvó el guardameta a su equipo de encajar el tanto de la igualada. Raúl García, Simao, Maxi y Agüero se estrellaron sucesivamente contra alguna de las extremidades del enorme portero del 'Submarino'. En el caso del 'Kun', con todo a favor tras un rechace del propio de Diego López. Simplemente impresionante.
Visto lo visto, los colchoneros tenían motivos para la esperanza en la segunda mitad. La duda era cómo afrontaría el Villarreal lo que quedaba de encuentro. Si cómo la mala copia de equipo italiano que había sido hasta entonces, o como el equipo de juego portentoso que conocemos. El segundo caso favorecería en principio al Atlético, aunque la defensa atlética, por falta de trabajo, no había tenido prácticamente la oportunidad de entrar en acción. Una incógnita que se desveló bien pronto. Casi sin tiempo para nada más, siete minutos después de volver de los vestuarios, una fantástica pared entre Cani y Rossi, que Heitinga se encargó de validar con su posición retrasada, terminó con el golazo de vaselina del ex zaragozano. Segunda llegada segundo gol, y pegada de gran equipo, de Champions.
Con el Calderón aún lamentándose de la falta de contundencia de sus jugadores en comparación con el rival, llegó el empate rojiblanco. Forlán agarra un balón cerca de la frontal del área, con todo el espacio y el tiempo del mundo se perfila y se saca un derechazo que se estrella contra la madera de la portería de Diego López, para terminar siendo empujado por Agüero, que se adelantó a una soñolienta zaga visitante. El argentino estaba haciendo hoy un partidazo, no en el sentido habitual, con gambetas y demás, pero siempre estaba presente, apoyando e intentando hacer jugar a sus compañeros.
El Atlético comenzó entonces el camino de la remontada. De nuevo con mucho corazón, pero con mucho menos fútbol. Hoy con eso bastaba por la endeble defensa rival, pero había que afinar la puntería. Hasta el minuto 20 estuvo el encuentro en eso. El Atlético achuchando y el Villarreal volviendo a renunciar al balón, encomendándose a un Diego López que volvió a salvar el empate en un cabezazo de Diego López. En ese minuto el encuentro se puso de cara para los locales con la expulsión de Javi Venta, que vio dos amarillas en cinco minutos por sendos agarrones a Simao.
Pellegrini, que había dado entrada al 'Guille' Franco por Pires, sacó del campo a Rossi, cuyo lugar fue ocupado por Mario. Abel, por su parte, hizo lo propio dando entrada a Banega por Assunçao y, posteriormente, a Sinama por Heitinga. Ofensiva la apuesta del toledano, que no podía hacer ya otra cosa. Antes de la entrada del francés, Iturralde cobraba su cuota de protagonismo al tragarse un claro penalti de Eguren (otra vez) sobre Agüero (otra vez). El uruguayo estaba sufriendo lo indecible.
No era hora de perder la cabeza con el árbitro y el Atlético siguió a lo suyo. De ahí al final el acoso iba a ser horrible, con el Villarreal totalmente encerrado, renunciando casi por completo a jugar. Aunque aún mandaba ene l marcador, nadie apostaba ya un duro por que sacara algo de un encuentro que se le había puesto tan cuesta arriba. Incluso el más pesimista de los atléticos, y a pesar de que la remontada tardó lo indecible en producirse, sabía en lo más profundo que el Atlético no perdería en la noche de hoy. Desde luego no lo merecía.
Pero se sufrió, y mucho. Hasta el minuto 81 de encuentro, todo el Calderón tuvo el corazón en un puño. En ese minuto llegó el empate de Forlán, que se redimía del penalti fallado con un certero remate tras un buen centro de Antonio López. Como lanzado por la inercia del gol, el Atlético completó la épica dos minutos después, en un corner sacado por Simao y rematado por Antonio López. La euforia se adueñó del coliseo colchonero. No era para menos. La Champions a dos puntos y el 'goal-average' particular a favor. La noche salió redonda.