Inglaterra pasa factura por las críticas al Liverpool

Liverpool, el club y la ciudad, siempre tan cercanos a la tradición, esperaba otro Madrid en su primera visita a Anfield. Olió a historia mucho de lo ocurrido y cuando The Kop aplaudió a los blancos al salir al terreno de juego tras el descanso homenajeaba de ese modo al Madrid de antaño. Pero el partido puso las cosas en su sitio, devolvió a todos al presente y la decepción se hizo notar en los comentarios de los aficionados y en las plumas de los comentaristas.

El Liverpool ganó en el campo y fuera de él: el prepartido, tanto en las gradas como en el vestuario, estuvo lleno de referencias a la "falta de respeto" mostrada desde España hacia los reds. La impresión general fue que en Madrid se olvidaron de que el primer partido era justo eso, la primera parte de una eliminatoria, y se catalogó al Liverpool de un montón de cosas negativas. Así que ayer la prensa pasó factura.

"Al Real se le ganó pero también se le humilló. El Liverpool cogió del cuello a sus ilustres visitantes y no les soltó hasta que quedaron sin vida", escribe Tony Barrett con, se imagina uno, una sonrisa en los labios. "Benítez siente que no se le da la importancia que merece a los éxitos europeos del equipo en un país obsesionado por la liga doméstica, pero, ¿qué más da cuando se consiguen resultados como estos? El Madrid no es el de Di Stéfano, pero tampoco son unos petardos. El hecho de que lo parecieran es mérito del Liverpool". Algo así cuenta David Maddock en el Mirror, donde hace uso de la historia para poner el partido en su contexto: "No sólo el Madrid fue destrozado y humillado, sino que el legendario estadio, ayer en toda su gloria, vio dos de las mejores actuaciones de su larga trayectoria, la de Gerrard, máximo goleador de la competición, y la de Torres".

Preparación.

En la psicología también ganaron los reds. Benítez calentó a los suyos con referencias de lo que iba escribiendo la prensa española sobre su equipo (conservador, aburrido, etc). Torres no necesitaba que le explicaran qué partido era, pero también consiguió motivar a su equipo con una presencia en el vestuario incluso mayor de lo habitual.

Así lo cuenta Gerrard, que rindió homenaje al que, según él, fue el hombre clave el martes: "Estaba muy alterado antes del encuentro. No me sorprendió que saliera tan enchufado, le vi más animado que nunca. Desde que hizo el gran regate a Cannavaro con sólo tres minutos de partido, sabíamos que el encuentro no se nos iba a escapar".

En el Times, Matt Dickinson, seguidor habitual de nuestra Liga, quedó impresionado con la fuerza mental de Torres, que tuvo que aguantar los cánticos de "hijo de p..." de la afición blanca. "Su noche procede directamente de su pasado en Madrid y de su frustración por no haber hecho más daño antes a su antiguo rival. Danzó provocativamente delante de la grada visitante... Ayer se jugaron muchos partidos".

Benítez.

En el Times también se habla del futuro de Benítez, al que relaciona con un Real Madrid en crisis. "El preparador español sigue sin contestar a la nueva oferta de los dueños, pero en el encuentro mejoró sus credenciales", escribe James Ducker. "Mientras saludaba a la afición que cantó muy a menudo su nombre, seguro que pensaba que la gente de influencia en el Bernabéu debe estar cambiando de opinión sobre su estilo y sus posibilidades de recalar en el club blanco la temporada que viene". El Sun, el rotativo más crítico con Benítez, repasa su selección de personal, tácticas, sustituciones y sus opciones de ganar la Champions y le da a todo un excelente.

Fuera de Inglaterra, el entrenador también recibió elogios en la prensa italiana. La Gazzetta dice que "el equipo de Benítez humilló al Madrid en un partido de sentido único" y el Corriere dello Sport que "la empresa del Madrid era prohibitiva". Finalmente, L'Equipe señala que "los merengues fueron incapaces de seguir el ritmo del Liverpool".