"El Tenerife me falta en el paisaje de El Larguero"

Coincide su presencia en la Isla con uno de los mejores momentos que se recuerdan al Tenerife...

Y tenerlo de nuevo en Primera División es una de las cosas que le faltan a El larguero. Tenerife y el Tenerife forman parte del paisaje de este programa, y por estar en Segunda parece como si lo quitaran de escena. Me falta el Teide, venir aquí a hacer un programa, me faltan Los Sabandeños, me falta Xuáncar...

Ya en alguna ocasión le hemos escuchado incidir en la importancia que tendría para el Archipiélago un ascenso de sus equipos, ¿hay alguna receta para conseguirlo?

Las Islas tendrían que invertir mucho más en fútbol, sobre todo la hostelería. A mí me da mucha pena que, por ejemplo, se juegue la UEFA, por no hablar de la Liga de Campeones, y no esté ahí el Tenerife, porque... qué sé yo, un Rosenborg-Tenerife en pleno invierno serviría para demostrar al continente entero que estamos aquí en esas fechas en mangas de camisa. Enseñar este clima, este escenario, esta hostelería, esta gastronomía... debería ser primordial.

No están lejos en la memoria aquellos programas nacionales donde era el Tenerife protagonista

A Valdano lo que es de Valdano. Creo que tuvo el mérito de transmitir su idea de fútbol a través de un equipo que contagió su ilusión a toda una isla. Aquí gusta mucho un juego atrevido como el que está haciendo ahora el Tenerife, y no me extraña en absoluto que otra vez esté llenándose el Heliodoro Rodríguez López. Ahí, posiblemente, esté la clave para volver a enganchar a la gente.

Vuelve usted a hacer El larguero en Santa Cruz, ¿cómo preparan cada función?

Dependemos de la actualidad, que es la que marca cada programa. Cocinamos siempre con productos del día, y procuramos darle el sabor nuestro, el de la SER, para el gusto y el paladar de nuestros oyentes.

¿Dónde está el secreto de su éxito?

Estar en el mejor equipo, en un club tan importante como la Cadena SER, que es el mejor escaparate. Y haber tenido la suerte de trabajar con los mejores, con la mejor generación de periodistas deportivas que haya tenido nunca este país. Ante toda esa suma, uno procura no desentonar.

¿Con qué momento se quedaría de tantos años de radio?

Tengo la suerte de poder quedarme con el recuerdo de todos. Los momentos vividos son para paladearlos, para disfrutarlos. Y no elegiría uno concreto, pero sí es verdad que hay algunos que... Por ejemplo, el día en el que Perico Delgado se enfundó el maillot amarillo del Tour me emocionó, la llamada de Fernando Alonso cuando se proclamó campeón del mundo También el primer título de Rafa Nadal en París.

¿Saber renovarse ha sido una de las claves de un liderazgo tan sólido, continuado a través del tiempo?

Sí, nosotros inyectamos jóvenes cada poco, y eso te hace que tú mismo te vayas renovando. Veo gente que cada vez viene mejor preparada, cada vez vienen mejores hornadas de periodistas, gente joven que ha ido llegando y ha inyectado a la redacción deportiva de la SER savia nueva. Eso hace que los que somos más veteranos, nos hayamos ido poco a poco renovando.

¿En qué se parece este larguero al del principio?

El espíritu es el mismo. Las mismas ganas de triunfar, la misma ilusión por conseguirlo, el mismo miedo a enfermar y a morir, el mismo miedo a fracasar... Quizás las condiciones sean ahora mejores. Las audiencias te dan posibilidades, se las dan a tu empresa, y hacen que ahora me sienta mucho más fuerte, más seguro.