El entrenador del Villarreal, Manuel Pellegrini, estaba muy satisfecho con la machada de su equipo en Atenas: "es una alegría estar entre los ocho mejores de Europa. Y hacerlo fuera de casa es una doble satisfacción".
El chileno ha asegurado que su equipo jugó con inteligencia para no repetir los errores del partido de ida: "El partido ha sido difícil, como tiene que ser cuando se llega a este nivel en Champions. El primer tiempo fue duro porque no nos podíamos abrir para que no marcaran y se encerraran atrás. Especulamos un poco y, conseguido eso, nos abrimos más en el segundo tiempo".
Ibagaza y Pellegrini fueron decisivos, pero el entrenador del 'submarino' no ha querido personalizar "siempre tienen que aparecer las individualidades pero me quedo con el sentido colectivo del equipo y con la seguridad defensiva". Ahora, de cara a cuartos, no tiene preferencias "me da igual el rival siempre y cuando nosotros mantengamos el nivel del segundo tiempo. todos los rivales son difíciles. Decían que el Panathinaikos era fácil pero había dejado al Inter segundo de grupo". Y reconoce que el equipo tiene una espina clavada de su anterior paso por la máxima competición continental: "Con el fútbol que demostramos la otra vez merecimos ser finalistas. Ahora estamos ofreciendo otra vez un gran nivel y lo importante es eso y centrarse en el rival de cuartos".