Liga BBVA | Numancia 2 - Valencia 1
Aranda obra el milagro
Lideró la remontada rojilla. La salvación es posible
Hasta hace poco más de dos meses, Carlos Aranda se entrenaba con el Gavá de Segunda B a la espera de volver a Primera. El Numancia le dio la oportunidad en este mercado de invierno y el malagueño está respondiendo con los goles que permiten soñar con la salvación rojilla. Ayer, sin ir más lejos, anotó el gol del empate y provocó la falta que supuso la segunda diana de los de Pacheta. Más no se le puede pedir. Y menos no se puede esperar de un Valencia que lleva tocando fondo desde hace varias semanas, pero que continúa evidenciando que aún no lo ha hecho del todo. El palo que se llevaron en Soria los de Emery es de órdago. Aunque los de Mestalla podrían tener como coartada la ausencia de Villa, Silva, Morientes o Miguel, lo cierto es que volvieron a caer en los mismos errores. Y eso que Vicente les puso muy rápido por delante, con la inmensa colaboración de Juan Pablo. Era el minuto 10 y la imagen parecía otra. El equipo estaba bien posicionado; Alexis transmitía seguridad atr y, arriba, Vicente y Mata formaban una sociedad que olía a gol. Pero no llegó, pese a un par de buenas opciones, y con el partido al filo del descanso, el Numancia se metió de lleno en una pelea que, hasta ese momento, no iba con él.
Fue, cómo no, en una acción a balón parado, el gran lastre para los ché. Aranda recogió el saque de una falta lejana en el punto de penalti Marchena no había acertado a despejar y Alexis no le encimó. Resultado, tres toques dentro del área sin oposición y 1-1. Era el 40', pero aún dio tiempo a que César sacara un mano a mano con Guayre y que Nagore salvara, en la línea de gol, un remate de Míchel.
El paso por los vestuarios, lejos de espabilar al Valencia, le creó más dudas, ya que arrancó dormido el segundo acto. Aranda se fabricó una falta en la frontal que olía a gol porque Barkero aparecía para el lanzamiento. César se equivocó al no colocar a un hombre más en la barrera y por ahí, por el hueco que había y por el palo del portero, se coló su fuerte disparo, que dio en el poste. El Numancia había hecho lo más difícil, remontarle al Valencia y, con ese 2-1, tenía claro lo que debía hacer: echarse atrás y esperar a alguna contra. Y le funcionó a la perfección. Goiria tuvo el 3-1 y Juan Pablo sólo sufrió en un par de acciones. Pablo disparó fuera y Vicente, el mejor de los ché, se encontró con el palo. Sin Villa y Silva, el Valencia se queda sin gol... y sin imaginación. Porque, pese a estar obligado a marcar, no fue de capaz de poner en apuros a un Numancia que toma aire en su pelea por una salvación que está a cinco puntos. Peor pinta el panorama para los de Emery. La Champions está ya a seis puntos; han salido de los puestos UEFA... ¿Cuándo acabará su caída libre?