Bermejo castigó el triste segundo tiempo granota

El Levante tocó techo y fondo el mismo día y, poniendo en la balanza sus puntos fuertes y sus miserias, sólo le dio para sumar un punto frente al líder. ¿Tan sólo? El Xerez llegaba tras sumar 16 puntos de 18 posibles aunque, metidos ya en harina, los granotas se pusieron 2-0 y no tuvieron templanza ni para buscar el tercero ni para aguantar las embestidas de los de Esteban Vigo. El 2-2 reflejó lo que se puede esperar del conjunto valenciano: tiene calidad para asustar a cualquiera pero sigue cogido con pinzas por el azote de las lesiones y la precariedad del proyecto. Y Bermejo se encargó de recordarlo.

Las acciones azulgrana cotizaron al alza en los primeros 45 minutos. La pequeña figura de Rubén se hizo inmensa, bien respaldado por Iborra, que mostró hechuras de veterano en el primer acto. Con un Miguel tan valiente como siempre, Pedro Vega en crecimiento y un Xisco de nuevo generoso, el Xerez se encontró con que, al mínimo descuido, le llovían golpes por todos los costados. Miguel puso a prueba a Chema con un potente zurdazo y encontró respuesta en un cabezazo de Bermejo y la parada de Reina. El meta visitante sacó una mano enorme para atajar un disparo de Vega pero se engulló en el 32' un libre directo muy escorado de Rubén, que siempre saca partido a su picardía. El asturiano fabricó, en el 44', una gran acción al habilitar a Xisco, que dio el pase de la muerte para el 2-0 de Miguel Pérez.

Demasiado rácanos.

El Levante hizo algo impropio de quien pone contra las cuerdas al líder y fue meterse en su propio área, hasta el punto de que Iborra era otro central. Esteban puso toda la carne en el asador. Bermejo, desde la frontal, estableció el 2-1 con la colaboración de Reina en el 70' y, diez minutos después, Ríos fabricó una gran jugada por la derecha y el autor del primer gol visitante rubricó su doblete. La entrada de Parri dio vida a los granotas, pero ya no quedó tiempo para la reacción.