El largo sprint a Primera

Nada va a ser inapelablemente decisivo hasta el último día, pero el Hércules y el Zaragoza saben lo que cualquier estratega de la guerra: no hay victoria final sin triunfos intermedios. Sobre todo sin este tipo de victorias, frente a rivales de la misma estatura, naturaleza y condiciones. Lo que en el fútbol, con su poder de síntesis, llamamos rivales directos. El efecto de una brecha de cinco puntos, la que abriría el Hércules respecto a los aragoneses si ganasen en La Romareda, se presentaría interpretable, pero en el Zaragoza iba a pesar como una losa. Vadear una distancia como esa precisa un ejercicio de rotundidad final que, hasta Murcia, nadie le hubiera adivinado al equipo de Marcelino García.

El ambiente, tan cargado durante meses, va perdiendo grumo en torno al Zaragoza. La hinchada se ha acostumbrado a la trampa de un constante matriarcado, obligada a cuidar del equipo como de un hijo enfermo. Pero su generosidad vuelve a quedar demostrada en este proceso de reunificación de la voluntad que han llamado el tren del ascenso. Si la reclamaran mil veces, las mil veces acudiría. Ese giro de la molesta incertidumbre de todo el año hacia el aguante sin condiciones le fabrica al Zaragoza un escenario mucho más cómodo para la parte final de la campaña. Y para tardes como la de hoy. Eso sí, como sabemos por el año pasado: la gente no gana partidos. Y al Hércules, en el fondo y en la forma, habrán de derrotarlo abajo, en el césped, los once de Marcelino.

Con el mismo equipo que pegó el aldabonazo en Murcia, se supone, y frente a un rival que viene con tres victorias en brocheta feliz y una pinta amenazadora fuera de casa. Mandiá, a lo que parece, va a respetar el orden lógico de su dibujo: Delibasic en punta y Tote de enganche. El ataque en tridente (con Rubén Navarro) queda para el Rico Pérez. Aun con todo, el Hércules se tiene confianza en poder sorprender a un Zaragoza al que sólo le ha metido mano hasta ahora el Rayo. Hay mucho en juego. No todo, pero sí bastante.

Jorge López, David Generelo y Toni Doblas regresaron a la lista

Después de varios días de incertidumbre por saber si llegaría a tiempo, al final se confirmó que Jorge López está en condiciones de volver y entró en la convocatoria de Marcelino para el choque de esta tarde. Lo más probable es que no juegue de inicio, ya que el entrenador asturiano seguramente repetirá la misma alineación que venció 1-4 en el campo del Murcia. La única vez que lo ha hecho a lo largo de toda la temporada fue después de que el Zaragoza se impusiera 0-4 en el Sánchez Pizjuán al Sevilla Atlético en la octava jornada. Las otras vueltas a la citación fueron las de Toni Doblas (tras su luxación abierta) y David Generelo, que cumplió su partido de sanción en Murcia. De la anterior convocatoria se cayeron Zaraparain y el delantero del filial Edgar.