"¿Mou? Me gusta que un técnico me trate mal"

Sarna con gusto no pica, dice el sabio refranero español. Este aforismo se puede aplicar a la perfección a la relación que mantiene Zlatan Ibrahimovic con su entrenador, José Mourinho, en el vestuario del Inter.

Es de sobra conocida la dureza del técnico portugués con sus jugadores. Pero a Ibrahimovic este, lejos de incomodarle, le hace sentirse a gusto. "José y yo somos iguales, se nos ve en la cara si estamos enfadados. Crecí en el Ajax con Adriaanse, un tipo duro también y luego tuve a Capello, que te hacía entender bien las cosas. Me gustan los entrenadores que a veces me tratan mal, que usan palabras duras, que me dicen que he dado asco cuando he jugado mal", dijo el sueco a La Gazzetta dello Sport. Pese a las palabras de Ibrahimovic, el luso se deshizo en elogios con su jugador el pasado martes: "Tengo al mejor jugador del mundo en este momento: Ibrahimovic".

Para el ariete, la personalidad de Mourinho es la idónea para dirigir al Inter: "Si no tienes un gran carácter es muy difícil dirigir un vestuario con 25 estrellas de características muy diversas. A veces un jugador necesita estimulación, sentir un poco de miedo para dar más sobre el campo".

Ibrahimovic ha aprendido de Mourinho cómo calentar un partido. El sueco aprovechó la entrevista para dudar de Cristiano Ronaldo, rival del Inter en la Champions: "Me gustaría ver cómo se desenvuelven en la liga italiana los jugadores que ahora están en Inglaterra".

La Sampdoria le ganó 3-0

Parece difícil que el Inter pueda levantar esta temporada los cuatro títulos a los que aspiraba. Ya se llevó la Supercopa italiana en los penaltis ante el Roma, en la Serie A es líder destacado y en Champions debe visitar al Manchester United tras el 0-0 de la ida de los octavos, pero la Copa se le complicó ayer sobremanera en la ida de la semifinal. La magnífica pareja de ataque que forman en la Sampdoria Cassano y Pazzini destrozó a los nerazzurri. El ex madridista abrió el marcador y luego Pazzini sumó dos más para el 3-0. Para colmo, Balotelli terminó en el hospital tras golpearse con un poste.