No todo va a ser negativo en la Real. El Loco Abreu, sin haber llegado a explotar ni la mitad de sus cualidades, está ya a un solo gol de igualar a los máximos realizadores del equipo donostiarra: Agirretxe y el lesionado Díaz de Cerio. El punta uruguayo ha jugado seis partidos en los que ha marcado tres goles con un ilusionante promedio de un tanto cada dos partidos. Son números para la esperanza en la Real a los que Lillo se encomienda para engancharse a la dura lucha por el ascenso.

El técnico confía en que la aportación de Abreu ayude a mejorar la pírrica cifra de 25 goles en 26 partidos ligueros que lleva su equipo. Lo malo es que el charrúa tiene molestias en el glúteo que le han impedido ejercitarse con el grupo y es duda para recibir al Sevilla Atletico. Pese a todo, Abreu no duda que la Real terminará peleando por subir y prefiere no hablar de cifras goleadoras: "Lo primero es el objetivo común, no que marque muchos goles. Lillo es mi amigo y a la familia no se la elige, pero a los amigos sí y hay que apoyarlos siempre, hasta en los momentos duros".

Por otro lado, el senegalés Drame, que apenas ha jugado 90 minutos desde que llegó, se mostró ayer muy molesto con su situación: "Hay que ser idiota para no darse cuenta de que no cuento para nada".