El ser superior José Mari lanza a un seguro Nàstic

Pendientes siempre del futuro, no reparamos nunca en el presente. El Nàstic sigue debatiendo cuál es su meta sin fijarse en cómo da cada paso, ya sea para avanzar o retroceder. El de ayer fue gigantesco y hacia adelante, por la forma en cómo se consiguió y por la respuesta de la grada, enamorada de José Mari. Cada gesto técnico, cada derroche físico o cada tanto es celebrado como si se tratara de un ser superior, remitiendo a la célebre frase que le brindó Emilio Butragueño a Florentino Pérez, cuando éste último todavía era presidente del Real Madrid.

Un hombre es capaz de cambiar el sino de un equipo. Al igual que Moisés García fue el personaje que propulsó la salvación la temporada pasada, José Mari puede hacer lo propio en ésta, aunque la lucha sea por objetivos más altos. Suyo fue el único tanto y suyas las mejores acciones del Nàstic. José Mari fue el mejor jugador del patio y todos querían pasarle la pelota.

El andaluz ya estuvo a punto de golear en el minuto 2. Un pase de Arpón lo dejó solo, pero tardó en rematar. Sí acertó en el 20. Un pase de cabeza del propio José Mari le fue a Víctor, que cayó dentro del área. El rechace fue a las botas del héroe de la tarde que, de un preciso lanzamiento, batió a Cabrero. El Nàstic se divertía en el campo, aunque, después del tanto, durmió. Retrocedió las líneas y el Albacete se estiró, tuvo más la pelota, pero sin profundidad. Diego Costa dejó grandes detalles, pero acabó desquiciado en su propia anarquía. La noticia en Tarragona fue la seguridad defensiva que transmitió el Nàstic. Gabriel le da más contundencia a la defensa, con su altura y su desplazamiento de balón largo, pero es lento cuando sale del área. ¡Hasta Merino se le marchó en velocidad! Medina hizo de líbero en el centro del campo y cortó todo el juego, pero cada jugador demostró una implicación mayúscula, un espíritu que hizo más grande la victoria.

El Albacete no pudo hace nada más porque el oficio del Nàstic se impuso. Moisés, incluso, marcó en la última jugada del partido, pero estaba en fuera de juego. Ahí se acabó la racha del Albacete. El futuro del Nàstic es incierto, pero puede haber un nuevo Mesías. Se llama José Mari.

César Ferrando: "Fuimos sólidos; vi el partido tranquilo"

"Sufrimos, pero resolvimos bien. Merecimos ganar y si quedas con la portería a cero, pues mejor. Se nota que estamos recuperando gente. El equipo entrena con más intensidad y, por lo tanto, juega con más intensidad. Ganamos solidez con Gabriel. Su juego aéreo es bueno, pero todavía tiene que mejorar. Hay que tener paciencia con él. Se lleva DVD's para ver los equipos contrarios, y eso contagia. Haremos una buena segunda vuelta, seguro. Estoy muy satisfecho. Siempre quisimos ganar este partido. Me dio la sensación de solidez. Estuve muy tranquilo".

Juan Ignacio: "Hasta el 1-0 no tuvimos rumbo"

"No cogimos el rumbo del partido hasta el gol del Nàstic. A partir de ahí el equipo estuvo bien, pero no marcamos. Los errores se pagan en Segunda y ahí estuvo la diferencia. En la segunda parte el Nàstic sacó a relucir su oficio. No hubo continuidad. Teníamos mucha pólvora arriba pero no creamos ocasiones. Pero ellos tampoco hicieron. Recuerdo el gol y una más de José Mari. Fue una lucha en el centro del campo terrible. Hubo empuje en el Nàstic, pero con poco fútbol. Por nuestra parte igual. Hay que seguir trabajando, esta derrota tampoco significa nada".

Jonathan fue abroncado

Al grito de "pesetero" y de "fuera, fuera" fue recibido Jonathan Soriano cuando entró en el terreno de jeugo al inicio de la segunda mitad. La afición del Nàstic, que lo abroncó en todo momento, no olvida su decisión de no venir cedido al Nàstic la temporada pasada.