Liga BBVA | Málaga-Recreativo
Eliseu y tiembla Huelva
Tapia y Alcaraz, maestros de la pizarra, en un gran derbi
H ay partidos que te cambian la vida y el 0-4 del Recreativo-Málaga en la primera vuelta fue la luz para los dos equipos. Para el Recre, porque estando perdido como estaba, recurrió a Lucas Alcaraz, hijo predilecto de Huelva y doctor en asuntos del Decano. Alcaraz ha sido mano de santo. Y para el Málaga, porque ese día supo que no tenía límites, que Eliseu era una bomba en Primera División, que no había quien lo frenase. Ese día, el Málaga se desató. Y ha llegado, sin parar un segundo, hasta hoy. El Málaga, que echa de menos algún punto que voló en San Mamés o Mestalla, juega esta tarde en medio de un maravilloso estado de ilusión. En la cresta de una ola que no acaba nunca.
Huele a partido grande, porque el Recre está de dulce y de no ser por los severos (por decir algo) arbitrajes que ha recibido estaría fuera de peligro. De memoria salen Sevilla, Madrid y Bilbao. Una cosita. Pero no se ha desanimado y ha creído en su entrenador. Porque cuando Alcaraz llegó, el equipo estaba tieso. Exploró y recetó. El cambio de sistema ha resucitado al Recre, y eso no es casualidad. Como tampoco lo de Tapia, que si gana irá del vestuario al despacho para hablar con Fernando Sanz de su renovación. Lo de Tapia es de sombrero, pero lo mejor de él es que detrás de ese aspecto campechano y bonachón se esconde un lobo. Tapia tiene ambición, y a él no le van a quitar de la cabeza que su equipo puede llegar a donde quiera. A los jugadores se lo dice cada día en el vestuario. A suplentes y titulares, que llevan semanas siendo los mismos. El Málaga no toca nada, con una defensa de hierro, laterales que se despliegan, Apoño dejando en una broma a Gattuso y Baha, Duda, Eliseu y Luque para matar arriba. Luque está de dulce. Le dan un melón y también lo mete en la portería. Ojo.
El partido pierde un duelo bonito de asturianos. Adrián vs Adrián, porque sólo jugará Colunga, futbolista que ha crecido a niveles geométricos esta temporada y que va para figura. Tapia lleva toda la semana con pesadillas. A Alcaraz le ha pasado lo mismo con Eliseu. Sólo hace falta echarle un vistazo al vídeo del partido de ida para que Huelva tiemble. Aprendió a correr detrás de los toros, pero debía adelantarlos. Una locomotora.
Más de mil recreativistas en la grada, ese Decano engancha. Y casi 30.000 malaguistas entregados a su equipo. No es un partido cualquiera. Tanto que, posiblemente, marque un punto de inflexión. Igual que en la ida. Sólo que entonces el Recre estaba desnortado y ya tiene brújula. Y el Málaga no se creía lo bueno que fuera y ahora tiene que poner los pies en el suelo. Si no, el Recre lo va a tumbar.