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Toño

"No pensaba llegar aquí y ahora no veo mi techo"

En diciembre sufrió. El día de su cumpleaños, su mujer perdió al bebé que esperaba. Pero el 2009 le ha devuelto la sonrisa. Está de cine, la afición que le silbaba ahora le adora y su pareja está de nuevo embarazada.

Actualizado a
Toño
nacho cubero

¡Menudo momento por el que está atravesando!

Y que dure. Lo de mañana es una final. Osasuna está más necesitado que el Racing, pero nosotros nos jugamos mucho. Si no ganamos, podemos complicarnos la vida.

En El Sardinero les cuesta mucho vencer y convencer...

En Liga sí. Necesitamos a la afición. Que apoye incondicionalmente y que al final se manifieste como quiera.

Cuando encadena varios partidos buenos, ¿teme que el error esté al caer?

Ahora soy más fuerte y he aprendido que un fallo no tiene que poder con uno. Hay que levantarse y seguir trabajando.

¿Es muy supersticioso?

Antes muchísimo. Ya no.

¿Y por qué viste de rosa en los últimos partidos?

Fue por casualidad, pero lo sigo llevando porque mi mujer dice que me sienta bien. La semana que íbamos a jugar en el Calderón, el delegado me dijo que no podía vestir de negro ni de rojo. Había que pedir a Joma dos camisetas distintas. El rosa fue una opción y la otra era una de color amarillo. Preferí el rosa. Nos metieron cuatro y se la regalé a Colsa. No quería saber nada de ella.

¿Y entonces?

A las pocas semanas vi a Ricardo (portero de Osasuna) hacer un partidazo ante el Barça vestido de rosa. Lo paró todo y me animó a repetir.

¿O es que quiere llamar la atención de los grandes?

Me abstraigo de todo. Yo dependo del Racing. Tengo un año más de contrato...

¿Alguna vez pensó que usted podría llegar hasta aquí?

Jamás. Soy un privilegiado. Sin embargo ahora no sé dónde se encuentra mi techo. Tengo un gran profesor (Pedro Alba). Algún portero de la cantera va a dar que hablar.

¿Y ahora qué valora más?

Tener la posibilidad de vivir de lo que tanto me gusta. Muchos quisieran tener un trabajo y yo disfruto de él. Mi primer sueldo fueron 75.000 pesetas y lo invertí en un pisito. A veces lo pienso, miro a mi alrededor y digo: 'te lo has currado'.