El Alavés repitió de nuevo la historia ante la Real Sociedad y volvió a remontar el resultado a los guipuzcoanos en dos acciones a balón parado en la segunda parte para ganar por 2-1. Como hace nueve meses, los vitorianos se vieron con el agua al cuello y en dos jugadas de estrategia dieron la vuelta al tanto de Abreu, para sumar tres puntos vitales que le permiten salir de los puestos de descenso y volver a ganar en casa después de tres meses sin ofrecer un triunfo a su afición.

Fue de nuevo en la recta final del partido cuando Almirón conectó un cabezazo que valió los tres puntos al Alavés. Antes Javi Guerra, en otro saque de esquina, estableció el empate. La Real volvió a fracasar en su intento de engancharse al tren del ascenso con la tercera derrota consecutiva y cada vez se le pone más complicada la pugna por el asalto a la Primera División.

Ambos equipos acometieron el duelo con la intensidad que preside todo derbi. Juego de alto ritmo y lucha por cada posesión marcaron los primeros minutos del partido. Las ocasiones no tardaron en llegar y Gerardo puso a prueba a Bernardo con un duro lanzamiento de falta que terminó en saque de esquina.

El Alavés movió con acierto el balón en el centro del campo, buscando la conexión con un activo Juanjo que ganaba los balones por alto y buscaba las incorporaciones de los centrocampistas. Al cuarto de hora llegó la mejor ocasión del Alavés con un mal despeje de Bravo fuera del área que Juanjo no pudo precisar en su remate de cabeza.

El balón rondaba durante más minutos en el campo donostiarra y De Marcos peinó un balón al centro del área cuando debió rematar a la meta de Bravo. Los de Lillo no demostraron un juego para aspirar al ascenso con un juego intermitente y sin tener claras las ideas a la hora de encarar la portería vitoriana.

Las acciones a balón parado se convirtieron en el único recurso de la Real. En el minuto 35, Sergio enganchó un disparo desde el punto de penalti, tras un saque de esquina, que Bernardo desvió sobre la raya de gol. Las fuerzas del Alavés comenzaron a fallar en el tramo final del primer tiempo y la Real empezó a manejar el ritmo del partido con largas posesiones de balón para hacer correr a la defensa vitoriana.

Una arrancada de Marcos le permitió llegar a línea de fondo y poner un medido centro a Abreu, que el uruguayo envió a las mallas con un certero remate picado al primer palo. El gol asentó el juego de la Real, mientras el Alavés comenzó a acelerar sus acciones que comenzaron a ser cada vez más precipitadas y menos ordenadas.

Los donostiarras tiraron de oficio y veteranía para congelar el partido y dejar pasar los minutos en cada saque de banda o falta a favor, conscientes de la importancia de los tres puntos para engancharse a la pelea por el ascenso. Durante veinte minutos el Alavés deambuló por el campo sin inquietar a la Real Sociedad. Rebasada la hora de juego, Javi Guerra conectó un testarazo en un saque de esquina para empatar el derbi.

El partido se rompió con la igualada y los dos equipos recuperaron la intensidad en sus acciones. Las líneas de centrocampistas desaparecieron y el balón comenzó a ir de un área a otra a velocidad de vértigo. Marcos cruzó en exceso un balón desde línea de fondo y la doble respuesta llegó por parte vitoriana. Igor no ajustó su derechazo desde la frontal del área y a Albacar se le escapó por centímetros un libre directo.

Tuvo que ser de nuevo en una acción a balón parado cuando Almirón peinó un saque de esquina de Emilio para obrar de nuevo el milagro y culminar otra remontada agónica que vale su peso en oro para escapar de los puestos de descenso.