Rodrigo, el abuelo de la Liga cumple 100 años

Liga BBVA | Único superviviente de la primera jornada

Rodrigo, el abuelo de la Liga cumple 100 años

Rodrigo, el abuelo de la Liga cumple 100 años

jesús sancho

Jugó en el Depor de 1928 a 1934 y pasó al Madrid.

"Me deben querer bastante bien". Así, haciendo gala de retranca, recibía Rodrigo García Vizoso a los asistentes a la comida de homenaje en honor al centenario de su nacimiento. "Está como un roble. Ya el año pasado le había visto recorrer el campo de La Torre para hacer un saque de honor, y sólo eso ya me pareció increíble", atestigua Fran.

De familia humilde, no tenía dinero para ir al fútbol, por lo que se hizo un especialista en saltar las vallas del viejo campo de Riazor. Años después defendía la portería de ese estadio, siendo uno de los integrantes de la plantilla del Deportivo que participó en la primera Liga de la historia (en Segunda División), y el único de entonces que aún sigue vivo. Jugó en el Depor de 1928 a 1934, convirtiéndose en el ídolo de la afición tras una portentosa actuación frente al Real Madrid.

"¡Bah! No fue para tanto", explica hoy Rodrigo. El Depor se enfrentaba a los blancos en Copa y ganó por 2-0 en Riazor. En la vuelta, el Depor cayó por 2-1, pero consiguió el pase. Las crónicas relatan que aquel día Vizoso hizo 76 paradas, por lo que la prensa madrileña lo bautizó como 'Rodrigo Díaz de La Coruña, el Cid Campeador gallego'. Ese choque hizo que el Madrid lo fichase en 1934, pero la sombra de Zamora era muy alargada y Rodrigo dejó Madrid al año siguiente.

"Hacía yo primero el ejercicio en los entrenamientos para que los jugadores supieran cómo hacerlo, pero nadie me hacía caso. Sólo me hicieron caso Betancort, Míchel y Antonio Ruiz, que me dijeron que era el mejor entrenador de toda España", comenta Rodrigo.

Como técnico, Vizoso dirigió al primer Depor que ganó un Teresa Herrera y descubrió a "más de 100 jugadores", según dice, y a uno en especial, Luis Suárez, que le elogia: "Es un enamorado del fútbol. Sin su ayuda, yo no hubiera sido futbolista. Influyó mucho en mí, y más que nada como persona". Algo que corrobora Arsenio: "Es un caballero que enseñó a comportarse a varias generaciones".