Rossi es la gran baza

Al Villarreal le va la marcha. Ha sido acercarse el regreso de la Champions y volver a enchufarse. Y es que la máxima competición continental saca lo mejor de un Submarino que ha afinado su melodía en las últimas semanas para encarar con garantías estos octavos de final. La suerte acompañó a los de Pellegrini en el sorteo, pero aunque el Panathinaikos no tiene el glamour de otros grandes de Europa, deberán emplearse a fondo para apear a un equipo que dejó en evidencia al Inter de Milán en San Siro y que logró pasar como primero de grupo, con lo que se asegura el factor campo.

Por ahí pasa una de las prioridades del Villarreal. Con la vuelta en Atenas, la obligación es mantener la portería a cero esta noche. Tampoco el Panathinaikos saldrá lanzado a por el gol, ya que su objetivo pasa también por acabar imbatido. Ésa es la orden de Ten Cate, empeñado en echar el cerrojo atrás a base de acumular futbolistas y vivir del acierto a balón parado aprovechando la envergadura de alguno de los suyos. Así derrotó al Inter, con un remate de cabeza de Sarriegi. Sólo el veterano Karagounis parece aportar algo distinto en el equipo griego, al que también se le atraganta jugar en España (diez derrotas en sus visitas europeas).

Frente a ello, el Submarino se aferra a la efectividad de Rossi, en estado de gracia; el descaro de Cazorla, que también ha recuperado su mejor nivel, al igual que Marcos Senna; o la agradable noticia del regreso del mejor Cani.

Ingredientes más que de sobra para otra noche de órdago, por más que el Panathinaikos no tenga el tirón de otros grandes del viejo continente. Pero tampoco lo tenía hace tres temporadas el Glasgow Rangers y fue la primera víctima que dejó el Submarino, en octavos, en su debut en una Champions en la que se plantó en semifinales. El reto ahora se antoja más complicado, pero este Villarreal ya ha demostrado que está capacitado para pelear con los mejores de Europa. Y el Panathinaikos no debe ser un obstáculo.

Los de Ten Cate tienen imposible la liga griega

La Champions se presenta como la gran opción que tiene el Panathinaikos de hacer algo grande esta temporada. Y es que al conjunto que dirige el holandés Henk Ten Cate se le ha puesto muy cuesta arriba poder conquistar la liga griega. Tras la última jornada, el Panathinaikos marcha segundo, a 11 puntos del líder, que es el Olympiacos de Ernesto Valverde. Una distancia que se antoja insalvable, principalmente por el nivel que está ofreciendo el conjunto del ex entrenador del Espanyol. Igualado a puntos con el PAOK y con cinco de ventaja sobre el cuarto, que es el AEK de Atenas, la prioridad del conjunto heleno pasa por garantizarse una plaza entre los tres primeros que da acceso a la próxima edición de la Champions. Salpigidis y Petropoulos, ambos con seis tantos, son los máximos realizadores del equipo de Ten Cate, que sorprendió en la liguilla de la Champions al clasificarse como primero de grupo, por delante del Inter.