Rubén: "No hacen falta refuerzos, aquí estoy yo"

Madrid, Italia, Suiza, Paraguay... Con sólo 21 años, Rubén Sánchez se puede considerar un trotamundos del fútbol. Criado en la cantera del Atlético de Madrid, su equipo del alma, en el que llegó a enfrentarse a Cesc Fábregas en el Torneo de Brunete, no tuvo miedo a dejarlo todo por buscarse la vida en el mundo del balompié. Ahora disfruta en Valencia de haber debutado en Segunda División, aunque tiene muy claro una idea: "Más que triunfar en esto, lo que me gustaría sería sacar a mi familia de trabajar". Cualidades tiene para ambas cosas y tiempo le queda por delante.

Frente al Alavés jugó sus primeros minutos en la División de Plata pero, como es normal, le quedó un "sabor agridulce" ya que no consiguieron los tres puntos. Como el resto del vestuario es consciente de que "la lesión de Geijo nos produjo un shock, no sólo por el hecho, si no por el momento, a menos de 24 horas para jugar".

Ahora, el madrileño confía en seguir contando para Luis García, al que le está "muy agradecido" y confía en ayudar en lo que haga falta: "No hacen falta refuerzos, aquí estoy yo", asegura con una sonrisa que delata la ilusión que rebosa, aunque tiene los pies en el suelo. "Siempre voy con la humildad por delante y, de momento, me levanto cada mañana sabiendo que mi equipo es el filial". Por lo pronto, aspira a viajar a Sevilla este fin de semana y si tiene minutos, "pues mejor".

De Coslada a jugar la Copa Libertadores

Es extraño, inusual, a tan corta edad gozar de un currículum tan extenso y dispar. De la cantera colchonera saltó al Coslada donde jugó en juveniles y en el Tercera División. Allí coincidió con su amigo Dani Parejo, que debutó recientemente en el Real Madrid. De ahí al Vicálvaro también en Tercera y a mitad de temporada le llegó la primera oportunidad de emigrar. Fue a Italia, al Como. No se lo pensó, pero su primera experiencia en el extranjero no fue la esperada y al mes y medio cambió de aires, concretamente a Suiza, donde se puso a las órdenes del mítico ex madridista Dejan Petkovic en el AC Bellinzona de la serie B. Terminó su contrato y regresó a casa, de nuevo a Tercera al San Fernando de Henares y fue entonces cuando decidió cruzar el charco dirección Paraguay, al Sporting Luqueño con el que incluso se enfrentó a River Plate en la Copa Libertadores. Y de ahí, unos problemas le devuelven a España, a entrenarse con el Catarroja, hasta que llega el Levante y lleva a cabo su fichaje.