El punto débil son las acciones a balón parado

La solvencia defensiva que el Girona exhibió durante toda la primera vuelta de campeonato está menguando, sobre todo, a causa de un punto débil que ha aflorado en los últimos encuentros. Cinco de los ocho goles que el equipo rojiblanco ha recibido en los cuatro partidos disputados de la segunda vuelta han llegado a balón parado.

Pero lo más preocupante de la kriptonita del Girona es que reluce con más intensidad en el tramo final de los encuentros. En los últimos 15 minutos el conjunto de Agné ha dejado escapar hasta cinco puntos a causa de goles que han llegado fruto de la estrategia. El central Diego Rangel asegura que el equipo es consciente del daño que les está haciendo el balón parado: "Hay preocupación, sobr etodo porque es algo que se repite en los minutos finales". El defensa Albert Serra cree que va por épocas: "La estrategia es algo muy importante, hemos hecho goles así y ahora nos están haciendo, no hay ninguna psicosis pero tenemos que estar más atentos".

Ambos coinciden en que son situaciones difíciles de defender porque cada equipo tiene varios jugadores que saben aprovecharlas: "La solución es intentar no provocar esas faltas cerca del área", reconoce Rangel. Por otro lado, ayer el Comité de Competición hizo públicas las sanciones a Albert Serra, Raúl Agné y a Javier Galiano, delegado del club. Un partido de suspensión para Serra y Galiano y dos para el técnico. El Girona recurrirá las tres sanciones.

En venta.

El pasado lunes se dio el disparo de salida para la conversión en SAD del Girona y ayer la directiva se acercó a las oficinas del BBVA para dar ejemplo. La primera fase para comprar acciones terminará el 24 de marzo y hasta entonces sólo los socios pueden comprar acciones, únicamente una por carné. El presidente Josep Gusó aseguró que no se han establecido objetivos en la primera fase. También quiso referirse al precio de cada acción: "500 euros por acción es caro para los días que estamos viviendo, la crisis nos puede afectar". Sin embargo, el confía en que los socios se animen "el BBVA ha puesto facilidades en las formas de pago". Para la conversión, el Girona debe cubrir un capital de cuatro millones de euros. Tras la primera fase habrá una segunda para que los socios adquieran más acciones y una tercera abierta a todo el público en general.