El centenario devuelve el optimismo a la Real

La afición de la Real lo cura todo. Lo demostró ayer en la localidad costera de Hondarribia, donde el primer equipo txuri-urdin se entrenó en el debut de la iniciativa Guipúzcoa con el Centenario que ha organizado el nuevo Consejo y con la que se quiere acercar la celebración por todas las comarcas de la provincia. Pese a estar más lejos que nunca del ascenso tras el varapalo ante el Hércules en Anoeta y perder muchas de sus opciones, los jugadores se dieron un baño de optimismo con la fiesta organizada en unas gradas repletas de seguidores de todas las edades.

"No es el mejor día para nadie para entrenar en un pueblo bonito de Guipúzcoa y seguro que toda la gente que ha venido hubiera preferido que hubiéramos ganado al Hércules. Pese a todo, da moral ver así a la afición, aunque ojalá la siguiente salida que tengamos sea en un día más bonito para todos. Aquí no se nota y es normal que haya pesimismo, pero queda tiempo para reaccionar y estamos confiados en poder cambiarlo", señaló Aranburu. Razón no le falta al capitán, porque los aficionados se volcaron, llenaron de color, gritos y alegría la triste sesión de ayer. Los niños rodearon a sus ídolos, llenaron la grada del campo y no pararon de animar. Pese a las circunstancias de estar ya a siete puntos del ascenso, Hondarribia fue una fiesta para dar un paso más en la celebración del centenario realista.

Por otro lado, los alcaldes de las localidades del Bidasoa y Oarsaldea, unidos a los representantes de las peñas realistas de la zona, recibieron la bandera de los 100 años. La plantilla se contagió del extraño optimismo de la afición al tiempo que hacía una dura autocrítica. "Es el momento más crítico de la temporada, pero por desgracia ya sabemos lo que es salir de otras situaciones como ésta. Lo que pasa es que hay que reaccionar ya, porque cada vez queda menos. Ojalá llegue pronto el fin de semana y nos desquitemos de lo que acurrió el año pasado", apuntaba Xabi Prieto.