Liga BBVA | Getafe 1 - Athletic 1
Llorente iguala al Getafe
Iraola malgastó un penalti que sólo vio el colegiado.
El Getafe se ha instalado en una dinámica extraña. Es infrecuente acumular tres empates consecutivos y desde ayer ya tiene cuatro. La culpa de ello debe distribuirse entre el propio conjunto madrileño y el Athletic, a partes iguales. El reparto se antoja ajustado a lo desarrollado por los protagonistas: opciones hubo para todos, aunque faltó un grado de pericia, lo cual a la postre condujo la intensa pelea hacia un desenlace que a nadie llena del todo.
Una jornada más quedó constancia de que Llorente es capital en este Athletic. Provocó un penalti que sólo apreció el árbitro, marcó y tuvo el triunfo en la recta final. Su presencia determina muchas cosas, en su equipo y en el rival. En el Getafe pudo Soldado jugar un papel equivalente, lo hizo hasta el descanso, pero fue relevado y no asomó quien tomase el testigo. Al Getafe le faltó pegada, elaboró mucho y apenas le cundió.
Resultó muy movida la primera mitad. Por momentos pareció que el Getafe jugaba cuesta abajo, sobre todo con ventaja, pero el Athletic tampoco se durmió y la presencia de Llorente le bastó para replicar y a la postre para que al descanso el resultado fuera de empate. Llorente vino a compensar un balance ofensivo, mucho más repartido en las filas madrileñas.
Avisó primero el Getafe con un par de acciones por las bandas. Soldado fue quien protagonizó el primer lance peligroso, al cabecear un centro de Licht. También el segundo, cuando recibió de Cortés en el área y se le encasquilló el derechazo. El tercero fue directo a la cazuela.
El empate.
Una ocurrencia del árbitro pudo dejar en nada la iniciativa local. Ayza Gámez interpretó como penalti un forcejeo de Llorente con Mario que, la verdad, no tuvo nada punible. Últimamente el internacional se cobra penaltis con enorme facilidad, excesiva, pero quizás por ello o porque el Athletic gestiona muy mal este asunto (cuatro fallados en Liga), el marcador no se movió.
Pasado el susto, perseveró el Getafe, de hecho Soldado dispuso de otro remate en la siguiente acción, una contra de Uche. Luego, Casquero manejó el ritmo a su antojo. El choque tenía un claro color azul. Hasta que de nuevo emergió Llorente. Empate.
En la reanudación, ninguno terminó de mandar pese a que el Getafe dispuso de posesiones más frecuentes y largas. Sin embargo, el Athletic se defendió con suficiencia. Uche y Granero perdieron fuelle y Albín, él solo, no fue capaz de reactivar el ataque. Iraizoz cometió penalti sobre Uche con el árbitro en el limbo y Llorente tuvo la ocasión más clara en la recta final: solo, cabeceó fuera. Poco o nada cabe aducir contra el abrazo que Getafe y Athletic se dieron en el marcador final.