Inglaterra | Liverpool 1 - Manchester City 1
Sin Gerrard ni Xabi, una caricatura de Liverpool
Flojo en su último ensayo antes de Madrid.
En vísperas de visitar el miércoles el Bernabéu, el Liverpool perdió ayer, en Anfield, otros dos puntos que le van alejando casi definitivamente de la Premier. No pasó del empate ante el Manchester City y ya se distancia en siete puntos de un Manchester United que, a doce jornadas del final, se antoja imparable. Su trayectoria es inversamente proporcional a la del Real Madrid. Desde el 13 de diciembre, los blancos suman una derrota (Barcelona) y nueve victorias consecutivas; los "reds", cuatro triunfos y seis empates, además de ser eliminados de la Cup por el Everton.
Ayer, sin Gerrard (lesionado) ni Xabi Alonso (sancionado) su imagen fue la de un equipo romo, previsible, con escasos recursos. Bien es cierto que le faltaban posiblemente sus dos mejores jugadores, junto a Torres. Los dos hombres por los que pasa todo el juego de ataque, pero la realidad fue que únicamente en el último cuarto de hora, después de que Kuyt marcara el tanto de la igualada, sacó su casta y carácter competitivo hasta el punto de que pudo, incluso, conseguir los tres puntos que se le había atragantado desde el primer momento.
Aunque la Champions es una competición absolutamente distinta en la que además el Liverpool ha demostrado en los últimos años saber desenvolverse con soltura -dos finales (una ganada) y una semifinal en los últimos cuatro años-, no andan los reds en su mejor momento de juego, ni tampoco físico. Sus últimos encuentros están resultando agónicos, aunque lleve quince sin perder. En Anfield el equipo se atasca especialmente. De trece encuentros, ha ganado siete y empatado seis. Ayer, por supuesto, la coartada existía: las ausencias de Xabi Alonso y Gerrard dejaron el centro del campo desvalido de ideas. Leiva y Mascherano se ofuscaron en el pase y tampoco los laterales (Arbeloa y Dossena) estuvieron finos en sus múltiples entradas por las bandas. Cómo sería la situación que Torres tenía que bajar al centro del campo y de sus pies salieron los mejores pases de gol.
Sin novedades.
No modificó Benítez su dibujo habitual. Lo más reseñable fue la presencia de Dossena en la banda izquierda. El italiano se mostró voluntarioso pero ineficaz. Lo intentó todo el técnico español en la segunda parte para darle la vuelta al partido. Se adelantó el City con un tanto de un ex de Anfield, Bellamy, y a partir de ese momento se jugó todas sus bazas de ataque... y en parte le dieron su fruto porque salvó un punto y bien pudo salvar los tres en los últimos escarceos con una doble ocasión de Benayoun y Kuyt. Tampoco el árbitro le echó una mano porque no vio una clara mano de Dunne.