Navarro profana Anoeta

Liga Adelante | Real Sociedad 1 - Hércules 2

Navarro profana Anoeta

Navarro profana Anoeta

reportaje gráfico: amaia zabalo

El punta le marcó dos goles a su víctima preferida.

Dicen que el que golpea primero, golpea dos veces. Y eso hizo ayer en Anoeta el Hércules, que no sólo pegó primero, sino que, además, lo hizo pronto. Muy pronto. Tanto que se adelantó antes de cumplirse el primer minuto de juego, suficiente como para dejar a la Real tocada y aprovechar para darle la puntilla mediada la segunda parte. Fiel a la tradición, Rubén Navarro le volvió a marcar a su víctima preferida y ya le ha hecho seis goles a lo largo de su carrera. Además, sus dos dianas de ayer sirvieron para que el Hércules ganase por primera vez en San Sebastián.

El conjunto de Mandiá se comió a la medular realista, tuvo el dominio territorial y mató el encuentro a la contra. Hizo su partido, muy bien por cierto, mucho mejor que la Real el suyo, y sale fortalecido de Anoeta. Mientras, las aspiraciones de ascenso de la Real quedan tan tocadas que ya se habla por San Sebastián de que el tren ya se ha escapado.

No había dado ni tiempo a los aficionados donostiarras a tomar asiento en las gradas de Anoeta, cuando el Hércules le mostró a las primeras de cambio el camino del triunfo. Carlos Martínez dejó un socavón enorme en la banda derecha, que fue aprovechado por Tuni para galopar hasta el pico del área, y poner un centro perfecto al punto de penalti que Rubén Navarro remató mejor al fondo de la portería de Bravo. ¡Qué fácil es a veces el fútbol! Contragolpe de libro, tres toques, transición rápida y gol.

Con este nuevo escenario, la Real se puso a atacar a la desesperada en busca del empate de la esperanza, pero daba la sensación de que el Hércules se encontraba muy cómodo esperando atrás, cerrando bien las líneas de pase de los realistas y saliendo rápido a la contra con algún remate peligroso de Abel Aguilar o Tuni. Quizá los donostiarras merecieron llegar con empate al descanso, porque lo intentaron con oportunidades de todos los colores, pero con nulo acierto.

La segunda parte fue por los mismos derroteros. La Real se diluía en sus ganas de marcar y chocaba una y otra vez con el muro que puso un Hércules mejor colocado. Y en esas se culminó el despropósito realista. Falta que sacan los alicantinos, Tote remata sin oposición al larguero, el rechace le cae a Fernando Sales, también libre de marca, y cede de primera a Rubén Navarro, que estaba solo en el área pequeña. Bendito problema para Mandiá al recuperar a Delibasic. Entonces Lillo se acordó que los cambios suelen servir para algo y reaccionó. Hizo los tres de golpe y Xabi Prieto marcó el gol de la esperanza. Pero era demasiado tarde como para creer en algo y el Hércules tiró de solvencia para evitar el empate. Al final, el triunfo voló para Alicante y la candidatura al ascenso, también.