El líder mete la quinta

El líder masculla su ascenso. El discurso oficial de los 52 puntos suena a broma en Chapín cuando ya se han atado 49, y la ventaja sobre el cuarto, que ahora es el Hércules, se ha ido a los siete puntos. Y más, si atendemos a rachas hasta ahora inéditas en el equipo azulino. La victoria de ayer, labrada tras un partido no exento de polémicas, es la quinta consecutiva. Su récord en Segunda. Y las sensaciones siguen siendo demoledoras. Los de Esteban saben ganar, también sufrir, y por supuesto manejar las situaciones que se dan en cada encuentro.

Iglesias Villanueva no quiso un partido trabado, y al final tejió una tela de araña en la que cayeron casi a partes iguales los dos equipos. El trencilla quiso un juego fluido y se negó a ofrecer un concierto de silbato que despistase al personal. Pero éste, el de El Arcángel, terminó más irritado que satisfecho por su decisión.

La polémica se iniciaba con una internada de Calle en el área. Hasta entonces, el partido había estado abierto, con concesiones en faltas que rozaron la tarjeta y que no fueron ni siquiera señaladas para unos y otros. Y en esa llegada del madrileño, decimos, nacía el primer penalti. Gaspar agarró fuera del área al delantero, éste se resiste a caer, y ya dentro y cuando encaraba la portería, el central terminaba derribándole. Penalti discutido, con el agravante de una expulsión, eso sí, quizá algo rigurosa. El propio Calle marcaba, y ahí empezaba otro partido.

El gol no amilanó al Córdoba, que cogió el balón e intentó llevar miedo a la parroquia xerecista, desplazada en masa al feudo cordobesista. Natalio estuvo muy cerca de marcar, y José Vega al final provocaba otra pena máxima al recibir una patada en el área de Carlos Calvo, que no fue. Por si acaso, el trencilla aplicaba la ley de compensación. Y el partido se volvía a abrir.

Expulsión.

Con una grada enervada en sus dos vertientes, llegaba otro golpe de efecto que provocó polémica. Jose Vega recibía la segunda tarjeta amarilla poco después de la pena máxima anotada por Cristian Álvarez. Los de Luna Eslava se quedaban con nueve, y ante el regalo, el líder se creció. Numantinamente, los supervivientes blanquiverdes defendieron como pudieron el resultado. Pedro Ríos y Bermejo pusieron a prueba los reflejos de Raúl, con todo el Córdoba defendiendo en el área, y ante tanto asedio, al final un centro de Mendoza terminó con Aythami marcando el segundo y definitivo para el Xerez.

Arteaga intentó salir a la desesperada y en uno de sus centros Natalio casi establece la igualada, pero no hubo manera. El Arcángel se vaciaba cargando su frustración contra el árbitro, tras romperse la buena dinámica.