Agüero comenzó ayer el partido en el banquillo. Fue la tercera vez en la temporada que esto sucedía en la Liga y en ninguna de ellas el Atlético consiguió los tres puntos. Abel había avisado en la previa que la reciente paternidad de Kun le había provocado un "desgaste físico y emocional". El crack rojiblanco se sentó en el banco junto a Maxi, el capitán también comenzó como suplente, y desde allí observaron las evoluciones de sus compañeros.

Kun quería jugar para intentar dedicarle la victoria a su hijo, pero al Atlético no le va bien si él no juega. El argentino fue suplente ante el Valladolid en la segunda jornada. En la segunda parte, con 0-2 saltó al campo, pero el gol que marcó no le bastó al Atlético para sumar un punto. Su siguiente ausencia del once llegó en Vila-real. Allí no disputó ni un solo minuto y el Atlético tras ponerse 0-2, consiguió arañar un punto en el tiempo añadido gracias a un gol de Raúl García. En Liga de Campeones también comenzó en el banquillo el partido ante el Liverpool en Anfield Road. Aquella decisión de Javier Aguirre fue cruelmente castigada por los hinchas rojiblancos que se desplazaron hasta el estadio del equipo inglés y nada más conocer la noticia, pocos minutos antes de iniciarse el partido, comenzaron a cantar contra el entrenador mexicano.

Agüero se tomó ayer con profesionalidad la suplencia y siguió el partido intensamente desde el banquillo. En la segunda parte salió a calentar en compañía de Miguel de las Cuevas y desde la banda animó constantemente a sus compañeros hasta el momento en el que lo tocó entrar en juego. Hoy regresará a Madrid en tren junto al resto de sus compañeros y ya en casa podrá disfrutar junto a su novia Giannina de Benjamín, el primer hijo de la pareja. La derrota es un pequeño lunar en la semana del crack argentino, pero ayer salió del Pizjuán con ganas de revancha y el enemigo inmediato es el Oporto, el martes. Quizá les toque a los portugueses pagar los platos rotos.