NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga Adelante | Las Palmas 0 - Murcia 1

Veneno pimentonero

Marañón descose a Las Palmas y dispara al Murcia

Valentín De Félix
<b>EN CAÍDA LIBRE. </b>La imagen muestra la situación actual de ambos equipos. Jorge cae, mientras Mejía se mantiene firme. Nauzet observa.
EN CAÍDA LIBRE. La imagen muestra la situación actual de ambos equipos. Jorge cae, mientras Mejía se mantiene firme. Nauzet observa.reportaje gráfico: carlos díaz-recio

La victoria del Real Murcia en Gran Canaria es la historia mil veces contada en el fútbol. Un asunto de justicia y merecimientos. La Unión Deportiva gozó de las mejores ocasiones, jugó muchos minutos en el campo contrario y acosó al límite a su rival, pero las costelaciones se alinearon en su contra. ¿De quién es la culpa cuando el balón no entra? De los jugadores, suponemos. Los pimentoneros hicieron lo justo, se asomaron una par de veces para verle los morros a Santamaría y en uno de esas excursiones al ataque acertaron. El primer balón que tocó Marañón se fue al saco, aunque salió al campo con una misión menos lustrosa.

Javier Vidales, después de siete semanas -ahora ocho-, sin conocer la victoria buscó la catarsis con Saúl de inicio. El entrenador se plegó a las peticiones multiplicadas desde el graderío y le encomendó atacar por el extremo izquierdo. El asturiano, desordenado tácticamente, pero notable en los cambios de ritmo, apenas pudo superar a De Coz. La apuesta salió agridulce.

A este Murcia se le supone más de lo que enseñó ayer. Tiene jugadores para no ser irritantemente rácanos. Durante la primera parte jugó al compás de Movilla y en la segunda, cuando se fundió el mediocentro, se encomendó a la fortuna. Un planteamiento arriesgado si se tiene en cuenta que el buen juego es el camino más corto para la gloria.

Después de una primera parte cargada de plomo y amnesia, Las Palmas enseñó los dientes al inicio de la segunda. El inventario de ocasiones comenzó con una doble oportunidad de Márquez, negadísimo ayer, y Pablo Sánchez. Le siguió un tiro desviado de Saúl, después de un slálom. De forma insospechada, después de lo visto durante el primer tiempo, los locales empezaron a carburar. Nauzet se hizo el amo y su dinamismo involucró a todo el frente de ataque.

La expulsión por doble amonestación del impulsivo Capdevila parecía el detonante para el triunfo amarillo después de dos meses de sequía. Faltaban veinte minutos y cuando Pablo mandó el balón al palo todos pensaban que sería cuestión de tiempo, incluso el técnico José Miguel Campos. Retiró al desaparecido Núñez y dio entrada a Marañón. El cambio a priori defensivo fue como una revelación divina. El golazo del zaguero reforzó la convicción visitante mientras que en el graderío se cotizaba al alza la cabeza de cualquier jugador que fallara un pase. Las miradas pasaron del campo al palco y Juanito, director deportivo, fue el centro de las iras. En el verde, Las Palmas seguía a lo suyo: fallando ocasiones. Los amarillos, con el descenso planeando cada vez más cerca, abandonaron el campo abatidos, mientras que los forasteros se pellizcaban por su buena dicha.