El Alavés pone a prueba la 'Geijodependencia'

El Levante se sumergió ayer en el colmo de las desgracias cuando el peroné de Álex Geijo, la figura sobre la que gira cualquier tipo de esperanza de ascender (y casi de permanecer si no tuvieran 35 puntos), hizo 'crack' durante el entrenamiento. Será pues el Alavés el que, de la mano del recién llegado Javi López, pondrá a prueba la 'Geijodependencia' de los granotas e intentará aprovecharse de su ausencia para volver a subirse a lomos de las plazas de salvación.

Antes del percance se diría que los tres puntos eran más importantes para los vascos, pero con el KO del 'Emperador', la cosa cambia radicalmente. Y es que el Levante tiene un buen colchón sobre el cuarto por la cola pero, sin su máximo goleador, sin Rubén (baja por una sobrecarga en la rodilla) ni Del Moral, no es que no tenga a Geijo, es que no tiene ni delantero. Por ello, Xisco hará de 'panzer' y Luis García, que se veía con piezas de sobra para hacer un once muy competitivo, compondrá ahora uno de circunstancias, en el que entrará Parri a acompañar a Iborra y Gorka. También habrá cambios en los laterales. Molinero entrará por la derecha y Cerra y Ángel se disputarán el carril izquierdo.

El Alavés afrontará este partido sin su portero Bonis, todavía con molestias en la rodilla y, por tanto, jugará Bernardo. Tampoco contarán con Albácar, con molestias aunque viajó. Los vascos, pese a su delicada situación, volverán a contar con bazas importantes como las de Astudillo o Juanjo, que busca su estreno goleador. El choque será especial para un ex alavesista, Miguel, que anda enchufado y querrá demostrárselo, como Ángel (si juega), a su anterior equipo. Los granotas los necesitarán más que nunca.

Adiós a la temporada y no saben si podrán reforzarse

La peor noticia posible aterrizó ayer en el Ciutat. Y lo hizo en forma de lesión de gravedad. El peroné de Geijo hizo 'crack' y con él las ilusiones del levantinismo. El Emperador ingresó de inmediato en el Hospital 9 de Octubre, donde será operado mañana de la fractura del peroné y de uno de los ligamentos que unen este hueso con el tobillo. Como mínimo estará entre tres o cuatro meses en el dique seco, por lo que dice adiós a la temporada. Ahora, los técnicos esperan a que el pichichi salga del quirófano para saber el tiempo exacto de baja y confirmar si pueden realizar alguna incorporación. Si el plazo no supera los seis meses, no podrán reforzarse, por lo que parece poco probable que se pueda fichar algo, al margen de lo económico, que tampoco deja demasiado margen de maniobra.