El Murcia ganó y motivó la bronca final contra dirigentes locales

El Real Murcia venció a la Unión Deportiva Las Palmas ajustándose a la ley del mínimo esfuerzo ofensivo, en un partido que acogió dos periodos diferentes -mejor el segundo-, y propició una bronca final de los espectadores, con muestras de pañuelos y pitos a los dirigentes insulares que estuvieron en el palco.

Un juego anodino, de alternativas, con supremacía de las defensas sobre los ataques y que acogió escasas oportunidades de gol, produjao una mala sensación a los aficionados durante la primera parte. El equipo murciano fue el que primero buscó la portería, cuando Montoro, en el minuto 8, remató y Santamaría detuvo el balón. David García, con sendos remates de cabeza baldíos en acciones casi seguidas y en plena presión murciana, en torno al cuarto de hora, oxigenó algo a la Unión Deportiva.

Los lanzamientos largos del esférico concedieron poco "chance" al equipo insular; entretanto, el pimentonero, cerca del descanso, desperdició una buena ocasión para marcar, cuando Despotovic tiró a la derecha de Santamaría tras un libre directo que ejecutó Bruno. Nada tuvo que ver la segunda parte con la primera, porque el equipo canario tomó el mando y dispuso de las ocasiones, mientras que su rival aprovechó al máximo la suya y después acentuó el trabajo defensivo.

Marcos Márquez, Pablo Sánchez y Saúl tuvieron escasa fortuna en los compases iniciales. Después -minuto 71-, el propio Pablo Sánchez envió el esférico a la madera. Cuando más apretaba el equipo local, Marañón recogió la pelota en la frontal del área, tiró con potencia y cruzado y marcó. Esto determinó una recta definitiva con presión a la desesperada de los amarillos, y defensa a ultranza y ordenada de sus contrarios.