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David González

"Soy un futbolista para los noventa minutos"

La pelota es una extensión más de su cuerpo. Así se explica la manera exclusiva de domesticar y regalar fantasías imposibles. En el campo, en un pasillo, a mitad de una escalera. En AS, reivindica su ascendente y valía.

Ignacio S. Acedo
David González

Desde que Javier Vidales llegó al banquillo usted se había convertido en un recurso habitual. Pero de los últimos tres encuentros, en dos no tuvo minutos. ¿Se apaga la estrella de David González?

Yo sigo trabajando igual que siempre. El dato es cierto. Ahora parece que me estoy quedando un poco fuera, pero todos los días peleo para disfrutar de más minutos. Siempre soy ambicioso.

¿Se lo toma mal o lo asume sin más?

Me como un poco la cabeza porque quiero hacer siempre bien mi trabajo. Pero también sé que el entrenador es la persona que decide y manda.

Le animará pensar que Vidales siempre ha hablado muy bien de usted y también le ha mostrado confianza...

Está claro. En la primera etapa, con el primer entrenador, apenas jugué. Y ahora sí he tenido un poco de continuidad con minutos casi todos los fines de semana.

Pero en las segundas partes. Porque la titularidad parece que está vetada. ¿Le molesta esa tendencia?

Para nada. Soy jugador de la Unión Deportiva y si debo ayudar a los compañeros en las segundas partes, encantado. También tiene su dificultad entrar en los últimos minutos, porque el resto está más rodado que tú y debes hacer muchas cosas en muy poco tiempo.

Y con más presión...

Puede ser.

¿Cómo encaja que se hable de usted como un jugador de algunos minutos y no con protagonismo completo?

Tengo muy claro que soy un futbolista para los noventa minutos, aunque este año aún no haya tenido la oportunidad de salir desde el primer minuto en Liga, porque en Copa, ante el Salamanca, sí estuve en el once. No creo que esté jugando lo que merezco, aunque debo respetar las decisiones del míster. Seguro que cuando me den confianza en este aspecto la voy a aprovechar.

¿Qué dice de las críticas que apuntan a su juego vistoso pero individualista y poco vertical?

He madurado en mi juego, pero mi estilo es el que es y no lo voy a cambiar a estas alturas. Me da igual lo que me digan. Los compañeros me buscan más a la hora de jugar la pelota y todos conocemos nuestro rol en el equipo. Me está faltando un poco de suerte en los últimos metros. De medio campo para atrás, dos toques. Y de medio campo hacia arriba, puedo desarrollar mejor mi juego. Es lo que me aconseja Vidales y lo que trato de hacer siempre.

No hay debate, en cambio, con una afición que le adora.

Es una suerte tremenda. Siempre han estado conmigo todos los seguidores. Lo noto en el campo y en la calle. Quiero agradecer ese cariño sobre el campo defendiendo la camiseta con todo lo que tengo.

Y eso que cada año, al comienzo del calendario, pocos cuentan con David González...

Por unas cosas u otras siempre se me ha cuestionado. Pero las dudas me han hecho más fuerte en todos los sentidos. Me han venido bien con el paso del tiempo. Estar siempre con la mosca detrás de la oreja, como se suele decir, te ayuda a no bajar la guardia nunca, a mejorar siempre y a esforzarte continuamente.

Otro que acaba contrato en junio. ¿Descentra, preocupa o motiva?

No me distrae para nada. Lo tengo en cuenta porque forma parte de mis asuntos pero si tengo que irme a buscar el pan fuera, lo haré. No pasa nada. Otros años ya estuve a punto de irme. Mi deseo, desde luego, es quedarme. Ya veremos qué pasa a final de temporada.

¿Y ése gol que tiene pendiente?

(Ríe) En Copa marqué pero no sirvió para nada. Tengo muchas ganas de estrenarme en Liga. Llevo siempre puesta una camiseta con la cara de mi hijo Diego, de tres años, y estoy deseando enseñarla. Sería un gol dedicado a él y a toda mi familia. A ver si ante el Murcia se da la oportunidad...

¿Juega mañana?

Eso espero.

¿Ganará Las Palmas?

Seguro. Sin duda.